Tras varias postergaciones, se firmó el acuerdo por la carne
Pusieron precios de referencia para la media res y prometieron liberar el Mercado de Liniers.
Fue una negociación trabajosa con intereses muy difíciles de conciliar. Tuvo marchas y contramarchas y varias veces estuvo al borde del fracaso. Más de tres meses después del comienzo de las conversaciones, el campo, los frigoríficos y el Gobierno acordaron una serie de medidas con las que se buscará normalizar la comercialización de ganado y carne. Al cierre de este diálogo asistió anoche el presidente Néstor Kirchner, que desde junio de 2006 no se cruzaba con los dirigentes del campo.
Ahora todas las miradas estarán puestas sobre el Mercado de Liniers, donde desde noviembre rige una lista de precios máximos introducida por la Secretaría de Comercio Interior. Esos topes provocaron una abrupta caída del ingreso de animales que terminó afectando la provisión de carne en los supermercados. Liniers es clave, al menos, por dos razones. Por un lado porque provee precios de referencia que utilizan los ganaderos de todo el país. Y por el otro, porque de allí sale la mayor parte de la hacienda que se consume en el área metropolitana.
Al texto acordado el viernes pasado por las entidades del ruralismo dialoguista y las cinco cámaras de la industria frigorífica se le sumó anoche un acta firmada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y la ministra de Economía, Felisa Miceli. En esa segundo texto, el Gobierno se compromete a poner en práctica las medidas.