Sin guía ni impronta propia

Ayer, la plaza bursátil vegetó. Con negocios reducidos a su mínima expresión (menos de un 20% de los montos habituales), la Bolsa porteña se limitó a trasladar a los precios locales los ajustes que los activos argentinos registraron el viernes pasado en Wall Street (aquí no hubo actividad por el feriado nacional).

Después de todo, era la última referencia que los operadores locales tenían, ya que ayer el feriado esta vez fue en Nueva York (por el Memorial Day) y la orfandad dejó en claro que la plaza doméstica carece por estas horas de una tendencia y un movimiento de fondos que permitan sostenerla.

Fue, en definitiva, como vivir una jornada en diferido. "El mercado accionario mostró un leve sesgo positivo sólo porque algunos papeles replicaron la suba que su ADR había tenido el viernes en Nueva York", manifestó Rafael Ber, de la consultora Argentine Research. "Pero, al contar con un número limitado de órdenes de negocios, sería poco serio tomar estos resultados como una tendencia", alertó el especialista.

La referencia apuntó al magro volumen de operaciones que sumó en acciones domésticas apenas $ 23,9 millones en acciones (la menor suma desde el 29 de enero) y totalizó apenas $ 470 millones en bonos -entre lo operado en la Bolsa y lo transado en el MAE-, cuando el piso de negocios entre ambas plazas suele rondar los 2000 millones.