Dos carnes, dos actitudes y dos resultados opuestos
El sábado pasado en esta sección el señor Víctor Tonelli expresaba su descontento sobre elogios y subestimaciones por parte de nuestros funcionarios, respecto de las políticas aplicadas a la cadena de la carne de pollo y de la carne bovina.
Sugiere analizar objetivamente las políticas aplicadas a lo largo de 2007, pero comete el error de "levantar y barajar de nuevo".
Es una falacia analizar el año 2007 solamente. Los éxitos o fracasos de hoy son la consecuencia de actitudes acertadas o desacertadas tomadas con anterioridad.
Estas políticas que se están consolidando con la producción de pollos parten del proyecto 2003-2010, que elaboró el sector y que proponía una tasa de crecimiento del 10 por ciento anual con cinco puntos destinados al consumo interno y cinco puntos a la exportación.
En el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), que reúne el 92 por ciento de la producción de pollos del país, logramos consensuar este proyecto de producción y crecimiento bajo el convencimiento de que:
Para pedir políticas hay que tener proyecto.