Cacerolazos al ritmo del debate en el Senado
Tomaron fuerza pasada la medianoche.
Apenas pasadas las 8 de la noche, Zulema esperó que el semáforo se ponga de su lado y, cacerola y palo en mano, se paró en el cruce de las avenidas Figueroa Alcorta y Sarmiento, frente al monumento a Urquiza. Esta mujer de cincuenta y tantos años oriunda de Ramírez, Entre Ríos, y amiga de Alfredo De Ángeli, empezó a hacer ruido y unos 300 chacareros la siguieron.
Así comenzó el cacerolazo que los productores que se habían acercado al Rosedal a escuchar el debate en el Senado realizaron en esta Capital. Luego marcharon por Santa Fe hasta Callao, saludados desde los balcones de los edificios por varios porteños. Y de allí, al Obelisco.
Los productores del túnel subfluvial que une Paraná con Santa Fe pusieron su pancarta al frente de la protesta y arrancaron con los cantos: “Si este no es el pueblo, el pueblo dónde está”; “Se va a acabar, la dictadura de los K” entre otros.
La convocatoria al cacerolazo no tuvo una masiva repercusión, pero alcanzó para alborotar el tránsito, aunque la mayoría de los automovilistas saludó con bocinazos a los caceroleros.