El desparramo global asfixia a los ya débiles activos financieros argentinos

El derrumbe de Wall Street se sintió más fuerte sobre los papeles locales, que dependen de los buenos precios de las materias primas. Se espera para hoy el dato de inflación.

10deSeptiembrede2008a las07:49

Primero fue el estornudo en Wall Street, y después la neumonía de siempre de la Argentina. Se terminó la euforia norteamericana, volvieron el pánico y la aversión al riesgo, con nuevas dudas sobre las finanzas del mundo –esta vez, culpa de Lehman Brothers–, se abandonaron los commodities y se multiplicó la demanda sobre el dólar. Al final, el golpe se sintió tres veces más fuerte sobre los activos argentinos, que hoy dependen más que nunca de los buenos precios en las materias primas y de la simpatía de los inversores sobre los mercados emergentes.

El mercado fue un desparramo: se disparó el riesgo país hasta los 743 puntos, a un nuevo máximo de los últimos cuatro años, el CDS a 10 años escaló hasta los 842 puntos básicos, hubo caídas de hasta 3,75% en los bonos locales, y el Merval se desplomó 4,4%, por debajo de los 1.600 puntos, como no lo hacía desde el 11 de septiembre del 2006, y con pérdidas en prácticamente todos sus papeles (de hasta 10%).