Para ruralistas y opositores, faltan soluciones concretas,

El diálogo que se abrió ayer entre el Gobierno y el campo trajo más escepticismo que expectativas tanto entre los líderes de la oposición como en los cuadros intermedios de la dirigencia rural.

Del lado de los más duros se ubicó la jefa de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió. "No creo que paliativos parciales puedan resolver el tema", afirmó. "De la Mesa de Enlace prefiero no opinar", sorprendió la jefa de la CC, muy crítica de las reuniones reservadas que el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, mantuvo días atrás con el ministro Julio De Vido. "Nunca tuve reuniones a espaldas de la gente. Nunca me sentaría con el ministro más corrupto de este gobierno", fustigó.

En la misma línea se plantó su socio político y presidente de la UCR, Gerardo Morales. "Es saludable que el Gobierno inicie por fin un diálogo con el campo. El problema es que no le creemos", dijo, escéptico.

Igual, Morales aclaró que éste le parecía "un primer paso en un camino que no puede ni debe abandonar el Gobierno", porque "no hay más oportunidades que perder".

Los dirigentes rurales tampoco quedaron conformes, aunque destacaron el hecho del encuentro entre el Gobierno y la Comisión de Enlace.