La cadena ganadera reajusta los precios y achica los negocios
La política de subsidios incentiva la producción de novillos livianos y le quita interés a la exportación.
La cadena de ganados y carnes no termina de traccionar. Mientras los productores ganaderos intentan cambiar el ánimo, a partir de la mejora de casi 20 por ciento que muestra el precio de la hacienda en lo que va del año, la sequía no les permite disfrutar del veranito. Saben que el resultado de los servicios no será el esperado, debido a la falta de estado de los vientres, y que ello se traducirá en una menor cantidad de terneros para la próxima zafra.
En los frigoríficos, el panorama tampoco es alentador. La caída en el precio de los subproductos, en especial del cuero, y la suba en el valor del kilo vivo han recortado sensiblemente sus márgenes. Una situación que se agrava por las proyecciones de que el sector recibirá este año menos ingresos desde el exterior. La razón es la caída de más del 30 por ciento en el valor de los cortes desde los últimos meses del año pasado.