En Trenque Lauquen, la soja quedó sin cosechar por la sequía

En la zona, duramente castigada por la falta de agua, el stock ganadero se redujo a la mitad.

11deMayode2009a las07:14

La tierra está desnuda, sedienta, y el pasto reseco es una señal de que, más allá de la inexorable marcha hacia el invierno que resiente los campos, aquí la sequía viene de hace rato. La imagen se completa con otras escenas: vacas obligadas a buscar comida al costado de las banquinas, y cultivos de soja que por sus pobres expectativas de rendimiento directamente fueron abandonados y no serán cosechados.

Es la sequía y Pedro Azurabarrena, productor que alterna la producción agrícola y ganadera en un campo alquilado, a unos 40 kilómetros de esta ciudad, la vive en primera persona. Desde hace un año y medio, tiene 300 animales "en la calle", como él dice. Literalmente, eso quiere decir que ya no tiene pasto en el campo y que debe andar con las vacas de un lado al otro, por caminos y banquinas. "Saco a los animales a comer así; no hay pasto, no se pudo hacer rollos ni reservas de maíz; se perdió todo", indicó.

En esta zona, a 440 kilómetros al oeste de la Capital Federal, en 2008 hubo entre 250 y 300 milímetros menos que los registros habituales. Ahora el fuego de la sequía va por más. En rigor, los 300 animales que hoy tiene Azurabarrena son los que quedaron de un rodeo que fue de 500. Se le murieron 100 animales en el último año y medio, y se vio obligado a vender otros 100. "Tuve que desprenderme de hacienda para poder pagar el alquiler del campo", contó. Lo que se viene no parece alentador en su función como productor. "Me planteo vender todas las vacas; si pongo un quiosco en el pueblo voy a estar más tranquilo", subrayó.