El proyecto de vacunación antiaftosa del Senasa llega a la Corte Suprema
Los veterinarios privados pujan, desde hace años, por participar en la venta de la vacuna. Los ruralistas quieren dejar todo como está porque el sistema vigente ha dado probadas muestras de eficiencia.
Desde mayo de este año, la Corte Suprema de Justicia tiene en sus manos una causa iniciada en 2003 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto por un médico veterinario local que se decidió a demandar al Senasa por el ejercicio libre de su profesión para vender y aplicar dicha vacuna, en el marco del Plan Nacional de Erradicación de la Fiebre Aftosa.
El denunciante es el titular de la firma Agroveterinarias La Rural, Arnaldo Pra. La denuncia, según sus palabras, “no tiene nada que ver con un ataque al campo, sino con un problema profesional y económico”.
Muchos de sus conceptos de entonces cobran vigencia ahora con el proyecto del Senasa, al que los ruralistas se oponen “más por intereses económicos que sanitarios”, dice Pra.