Las bases rurales quieren paro y la dirigencia busca cómo evitarlo
Desde la mesa de enlace sostienen que no habrá ruptura y prometen una masiva movilización el 10 de diciembre. Productores piden mayor presión sobre el Gobierno.
Los cortocircuitos en la mesa de enlace rural por la reunión que el presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, mantuvo con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, está lejos de disiparse. Si bien los líderes ruralistas nacionales ratificaron en las últimas horas la unidad sectorial, las diferencias se profundizaron con la decisión de la Carbap, el brazo pampeano de Confederaciones Rurales (CRA) de Mario Llambías, de no participar, el viernes, de una asamblea de productores del sur bonaerense en la que estuvo Buzzi y su colega de Coninagro, Carlos Garetto.
Pese a las suspicacias que generó esa situación –dado que las cuatro entidades rurales habían acordado estar en la localidad de Rivera para mostrar la fortaleza sectorial y finalmente estuvieron solo dos, Buzzi y Garetto– ratificaron el camino conjunto al resaltar: “la mesa no se rompe, no vamos a defraudar la expectativa de nuestras bases”.
En la asamblea del sudoeste bonaerense, los productores afectados por la cruenta sequía reclamaron a los dirigentes nacionales gestiones al más alto nivel para conseguir la recuperación del sector. También les otorgaron mandato de ir a un paro y hasta sugirieron la posibilidad del regreso de los cortes de ruta.