A solas, el kirchnerismo le dio otro envión a la reforma política
La UCR, y otros bloques, rechazaron el intento de sancionar la ley en un trámite exprés. El oficialismo tendría los votos para aprobarla el próximo miércoles. Para que sea posible, el Gobierno extendió las sesiones hasta el 10 de diciembre.
Pese a que la oposición se retiró indignada de la reunión y a los fuertes cruces con el oficialismo, el Frente para la Victoria consiguió apurar ayer la firma del dictamen en el Senado y tratará de convertir en ley la reforma política el próximo miércoles, dos días después de la fecha de clausura de las sesiones ordinarias. Para facilitar el trámite exprés, el Poder Ejecutivo publicó el decreto de prórroga de las sesiones hasta el 10 de diciembre, cuando asumirán los nuevos legisladores y la oposición pasará a tener mayoría en ambas cámaras.
Habían pasado unos minutos del plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto y recién se estaba discutiendo la "agenda de trabajo", cuando la tensión trepó a límites insospechables: el senador radical Gerardo Morales fue el primero en hablar y en plantear la "inconveniencia de sacar la ley la semana que viene".
El presidente de Asuntos Constitucionales, el ultrakirchnerista Nicolás Fernández, se mantuvo firme en la decisión de arrancar la discusión con los funcionarios nacionales invitados y reiteró que el kirchnerismo va a votar la reforma política tal cual vino de Diputados. Cualquier retoque significaría la vuelta a la Cámara baja y la postergación del debate hasta el 2010. Curiosamente, el propio kirchnerismo en el Senado se había comprometido inicialmente a postergar hasta el año próximo la revisión del proyecto aprobado en Diputados. Pero el Gobierno presionó para apurar la sanción.