Carne a pasto en San Salvador
Planteo mixto: un ciclo completo, en paralelo con agricultura, utiliza Gatton panic como único recurso forrajero.
El establecimiento San Salvador conserva todavía la geografía que caracterizó hasta hace algunas décadas a esta zona del departamento Totoral: el monte nativo y la ganadería pastoril. Desde que su propietario, José Castro Garayzábal, lo adquirió hace más de 40 años y comenzó con la incorporación de infraestructura, la producción de carne mantiene un lugar privilegiado. Es que fue creado para eso, asegura su precursor. "Vengo de tradición de productores ganaderos y por esa razón, cuando me decidí por comprar el campo, lo armé desde cero para la cría bovina", sostuvo el productor, quien también acumula una vasta trayectoria gremial-empresaria en varias instituciones nacionales y de la provincia.
Con la irrupción de la agricultura en la zona, de la mano del paquete de la siembra directa, el campo acomodó su esquema para recibir a la producción de granos. Pero sin perder su basamento ganadero. A tal punto que hoy las 1.400 hectáreas que ocupa el establecimiento están repartidas en partes iguales para la hacienda y la producción agrícola. Del total, alrededor de 130 hectáreas son reservas de bosque nativo con algarrobo, quebracho y mistol.
Todo a pasto. Si bien nació como campo de cría, San Salvador ha sumado con el tiempo a todos los eslabones de la cadena ganadera. A partir de un desmonte selectivo, el área de producción bovina está poblada por un plantel de 1.400 cabezas en ciclo completo. "Hay un total de 450 vientres y es todo hacienda marca líquida. Sale pero no entra ningún animal. Hacemos cría, recría y engorde", precisó Luis Zambrano, encargado del establecimiento.