Ante los (difíciles) vencimientos de bonos en pesos, la alternativa de inversión que asoma para cubrirse de la brecha cambiaria
El canje de los últimos días deja la sensación de que las próximas licitaciones serán clave
Desde hace varias semanas que el mercado de bonos en pesos muestra agotamiento dado que no hay compradores genuinos de los bonos emitidos por el Gobierno.
A diferencia de junio, cuando la ola de ventas generó fuertes ventas más corrida en los dólares financieros, notamos que la intervención del BCRA desde una etapa temprana sostiene los precios y evita generar temor. Sin embargo, el mercado cada vez está más cauto en cuanto a la decisión de aumentar o continuar teniendo exposición a títulos soberanos, dada la dificultad que está teniendo para renovar los vencimientos.
El martes se publicó un llamado a conversión de los títulos en pesos con vencimiento en el último bimestre del año para intentar despejar vencimientos por un total de ARS 1,5 billones. Ofrecía a cambio los títulos en moneda dual que vencen en junio (TDJ23), julio (TDL23) y septiembre (TDS23) de 2023 que cuentan con el atractivo de ajustar sus flujos de fondos al máximo entre la depreciación del peso y la tasa de inflación.
No parece atractivo tener grandes posiciones en títulos públicos con vencimiento más allá de junio 2023 por la concentración de vencimientos por ARS 2,5 billones en julio y agosto y debido a que durante la segunda quincena de junio se definen las candidaturas y comienza la fase final hasta las PASO a desarrollarse en agosto, factores que implican un aumento sustancial en el riesgo de crédito. De hecho, así lo demuestran hoy las tasas forward del T2X3/TX24 en 19 % y del T2V3/TV24 en 17 %. A su vez, hay que considerar que al día de hoy el 87 % de los vencimientos de 2023 están indexados (ya sea por inflación o tipo de cambio), por lo que una eventual devaluación generaría un crecimiento muy grande de la deuda del Tesoro.