Manejo de la soja: aspectos claves desde la siembra. Variedades y decisiones.

Las condiciones que se esperan para esta campaña obligan al productor a tener en cuenta las mejores opciones para maximizar el rendimiento.

Por Rodrigo Bonazzola

Con más del 60 % de la superficie nacional, el cultivo de soja nuevamente será uno de los protagonistas de la campaña gruesa. Con reservas de humedad ajustadas se genera un escenario complejo y la toma de decisiones de manejo va ser crucial.

Siembra

El déficit hídrico sería uno de los motivos para que el productor se vuelque por este cultivo. Por esta razón, para un buen comienzo es importante una correcta elección de las variedades.

Cabe destacar que contar con el conocimiento previo de las condiciones ambientales del lote y las características de los cultivares permitirá un eficiente manejo sobre el cultivo. Desde el INTA señalan que es importante conocer el estado físico químico actual, en función de la historia de manejo, el régimen térmico y el hídrico, evaluando el agua acumulada durante el barbecho: precipitaciones, presencia de napa freática y riego.

Teniendo en cuenta que se espera una campaña con reservas ajustadas de humedad y un pronóstico que tiende a lluvias por debajo de lo normal, es relevante considerar este factor. Cabe destacar que el agua disponible durante el llenado de granos es directamente proporcional al rendimiento.

Ver cómo es el manejo en soja.

La elección de las variedades depende de las características edáficas del lote. En este sentido, la elección del grupo de madurez, el tipo de cultivar y su manejo, deberán contribuir a lograr un adecuado desarrollo vegetativo. “Las características físicas del suelo, determinan su capacidad de almacenaje de agua y la facilidad con que el sistema radicular explorará el mismo en la búsqueda de agua y nutrientes”, señalaron desde el INTA.

Rodolfo Rossi, directivo de Acsoja, destaca a continuación las novedades que puede haber en cuanto al mejoramiento de variedades de la soja: lanzamiento comercial de Enlist. la necesidad de un marco legal acorde para atraer nuevas inversiones en tecnología y el potencial del HB4, en años de estrés hídrico.

También aparecen en el horizonte las tecnologías que apuntan a una mejor calidad del grano, que ya se comenzaron a ver en Estados Unidos. En Argentina todavía no se logró "linkear" esta potencial mejora de la calidad con la demanda.

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Manejo de alto rendimiento

Por otro lado, señaló que en el cultivo hay varios aspectos que permiten apuntar a rendimientos máximos.

En este sentido, explicó que una muy buena “uniformidad de siembra” permite una emergencia pareja de la semilla. “Hay estudios que han demostrado una reducción en la brecha con el rendimiento potencial (de entre un 7 y 10 por ciento) solamente por uniformidad de siembra”, aseguró Rossi. 

Otro tema importante es la fecha de siembra. En este sentido, Rossi destacó que no siempre las fechas tempranas, muy aptas para obtener rendimientos máximos en zona núcleo, se repiten en otras zonas como el NOA y NEA.

Además, la fertilización en soja es un tema que viene ganando relevancia con el paso de las campañas. “Estamos trabajando con fósforo y azufre, que son dos elementos muy importantes".

Ver también: Fertilización: los ensayos que invitan a los productores a aplicar dosis altas en soja

Otra de las variables a tener en cuenta es el espaciamiento entre surcos. En este sentido, desde el INTA señalaron que esta variable tiene un impacto en el rendimiento y en el control de malezas. Asimismo, sostuvieron que la elección del espaciamiento depende mucho de la fecha de siembra, las condiciones ambientales y las características del lugar.

Desde el INTA agregan que cuando las condiciones ambientales como suelo, clima y malezas, limitan el crecimiento del cultivo, la reducción del espaciamiento entre hileras contribuye a mejorar el aprovechamiento de la radiación solar, control de malezas e incrementa el rendimiento. Esta variable se presenta como una gran aliada en el control de malezas, que año tras año se suman a la condición de resistentes.

En soja, en el sur de Santa Fe existen ambientes de diferentes productividades: "Ambientes de alta productividad, ambientes de relieve plano, plano cóncavo, con presencia de napas y con muy buen comportamiento en años normales de cultivares de grupos cortos y siembras de octubre. En estos sectores del sur santafesino, napas que se encontraban a menos de un metro hoy se encuentran a más de 3 metros. En estas condiciones, siembras tempranas y cultivares de grupos cortos sería muy riesgoso, tendrían su momento crítico fines diciembre principios de enero y no tendrían napa", comentan desde el INTA Santa Fe.

En este sentido, atrasar la siembra y elegir cultivares más largo sería la estrategia más conveniente. En ambientes de mediana fertilidad, de relieve plano (sin napas) con siembras en años normales de fines de octubre, primera quincena de noviembre con cultivares 3 largo, 4 corto y 4 medio, se recomienda atrasar siembra y apuntar a un cultivar de mayor desarrollo vegetativo y mayor ciclo que desplacen su momento crítico a febrero. En lotes de baja productividad, los cultivares grupo 5 corto y medio (los cultivares más difundidos en estos lotes) y siembras de 2da y 3ra década de noviembre nos otorgarían mayor estabilidad.

Malezas

Según datos de la Red de Manejo de Aapresid, el número de malezas resistentes aumentó de 2010 a la fecha de forma importante. Por este motivo, surgen los cultivos de servicios como una alternativa para bajar la presencia de malezas.

Pensando en la campaña 2020/21, la falta de agua también está afectando a las malezas. En este sentido, el técnico del INTA Pergamino, Horacio Acciaresi señaló que la temporada viene tranquila ya que los flujos de emergencia todavía no se han manifestado.

“Estamos en una etapa donde deberíamos empezar a ver los primeros flujos de emergencia de lo que son gramíneas anuales, eso no ha ocurrido producto de la falta de humedad”, aseguró. Sin embargo, agregó que esta condición también complica los planteos de barbechos porque los herbicidas residuales quedan restringidos por esa falta de humedad.

Acciaresi, también, agregó que la seca está condicionando los tratamientos de los barbechos químicos cortos. “Esta condición también retrasa los flujos de malezas que van a venir en primavera verano”, concluyó.

Enfermedades

Otro dato a tener en cuenta, son las enfermedades en soja ya que son una gran limitante en el rendimiento del cultivo. El ingeniero agrónomo Marcelo Carmona de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires señaló que las enfermedades denominadas de fin de ciclo y la roya asiática merecen una consideración especial.

Según aportó el ingeniero agrónomo, esto se debe a que los agentes etiológicos son necrotróficos y tienen capacidad de supervivencia en los rastrojos. Las denominadas de fin de ciclo presentan infecciones previas que no son visualizadas como en otras enfermedades. “Esto dificulta su manejo sanitario”, explicó Carmona en su trabajo de FAUBA.

El desarrollo de las enfermedades de fin de ciclo se ve favorecido con la presencia de humedad alta producto de lluvias abundantes. Quizás esta campaña no presente estas condiciones, pero se debe estar atentos porque tienen periodos de incubación y latencia largos.

Principales características

  •  Afectan tanto el número y peso de los granos como así también la calidad de las semillas
  • Hay un aumento de severidad hacia el fin de ciclo
  • Sus agentes causales son patógenos necrotróficos y sobreviven en semilla y rastrojo, y 
  • Estas enfermedades son más graves en años húmedos y lluviosos.

En este sentido, Carmona explicó que las principales estrategias para el control de estas enfermedades incluyen el uso de cultivares tolerantes, tratamiento de semillas, aplicación de fungicidas y el uso de prácticas culturales como rotación de cultivos, fechas de siembra, densidad de plantas, entre otros.

En lo que respecta a la roya asiática, esta enfermedad es causada por el hongo biotrófico Phakopsora pachyrhizi Sydow. Los síntomas y signos no son tan fácilmente reconocidas como en las demás royas donde sí existen colores vivaces y no se observan manchas:

  • Presentar diminutas lesiones o manchas
  • Su facilidad de confusión con otras frecuentes en el cultivo (ej. bacteriosis, mancha marrón)
  • Estar oculta entre hojas inferiores generando defoliación
  • Generar sus pústulas principalmente en el envés de las mismas
  • Ser distintiva únicamente con lupas de al menos 20 aumentos