Trigo: qué expectativa de siembra hay para la campaña 2021/22

Si el clima acompaña, anticipan que Argentina podría alcanzar 21 millones de toneladas en la nueva campaña. La única "contraindicación" que aparece para sembrar trigo es el contexto político

Por Agrofy News

Para la campaña 2021/22 de trigo, las variables clima y precio aparecen como favorables y anticipan una mayor intención de siembra.

Miguel Cané, titular de la Asociación Argentina de Trigo (ArgenTrigo) destaca que durante las últimas campañas el cultivo se consolidó en zonas que no eran tradicionalmente trigueras.

“Pasó de ser un cultivo de relleno, para tener un ingreso a fin de año, a ser un cultivo rentable con potencial interesante, sobre todo en el planteo del doble cultivo (con soja de segunda o maíz)”, remarca, y agrega: “Somos muy optimistas”.

Ver En 5 pasos, cómo seleccionar la variedad de trigo

En la pre campaña del ciclo 2020/21, las condiciones climáticas no eran las mejoras y la falta de humedad impactó sobre el rinde y la superficie cosechada, sobre todo en el centro.

La cosecha de trigo alcanzó 17,6 millones de toneladas de acuerdo a las estimaciones del Ministerio de Agricultura, con una superficie sembrada de 6,7 millones de hectáreas, de las cuales se cosecharon 6,3 millones: “Hubo una paliza importante por la sequía”, repasa Cané.

Ahora, para la campaña 2021/22 se espera que la intención de siembra esté entre 6,5 y 7 millones de hectáreas, lo que quedaría cerca de la campaña 2001/02 (7,1 millones).

"Contraindicación" del trigo

En ArgenTrigo agregan que “la única 'contraindicación' es que es un cultivo sensible en cuanto a la economía, objeto de elucubraciones de todo tipo”. Esto tiene que ver con que durante las últimas dos campañas se apuntó al cereal como el culpable del aumento del pan y de la inflación en alimentos. “La exportación traccionó mucho en el inicio de la cosecha y después se frenó frente a las amenazas de intervención. Esto no es gratis, porque toda la zona triguera termina con precios disminuidos respecto de lo que deberían ser”, señala el experto.

Al mismo tiempo, la cadena triguera se manifestó en alerta por la Resolución 60, que estableció condicionamientos para la venta de diversos productos agropecuarios al exterior. (Ver Advertencia: la Resolución 60 tiene mucha similitud con la creación de los ROE)

Del último relevamiento del Ag Barometer de la Austral se desprende que, antes de las medidas del Gobierno que generaron desconfianza sobre la cadena de la carne, los productores tenían buenas expectativas de inversión. En concreto, el 54% de los empresarios del agro encuestados planea invertir lo mismo o más que el año pasado.

Hasta ahora, la estimación oficial que se conoció es la de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en donde anticipan una superficie de 6,5 millones de hectáreas en el nuevo ciclo triguero. De concretarse esta intención, representa un aumento del 6,6% contra el promedio de las últimas 6 campañas. Del lado positivo aparece clima y precio, y del lado limitante para la expansión del cereal aparece la desconfianza por las políticas que podrían aplicar sobre el cereal, el aumento en los insumos y la competencia de la cebada.

Ver Factores que inciden en la siembra de trigo

Matías Amorosi, analista de mercados y gerente de AZ Group, cuenta que muchos productores estaban esperando un último empujón climático para poder sembrar los cultivos de fina. Este empujón finalmente llegó con importantes acumulados en varias regiones, que incluso dejó con reservas excesivas a los suelos y el temor de que pueda afectar a la cosecha de la gruesa.

De igual manera, Amorosi coincide en que a nivel rotación, por el aporte del trigo a los sistemas productivos, y por margen, la intención de siembra está presente.  “Se espera un gran año para el trigo, pero una buena o una mala producción no garantiza la oferta. La oferta se garantiza con reglas de juego claras y mercados abiertos y libres”, comenta. Teniendo en cuenta que en muchas empresas agropecuarias ya se compraron los insumos y se convalidaron arrendamientos, un cambio en el nivel de retenciones o un cupo de exportación sería un “atentado contra la producción”, considera. Actualmente el trigo tiene 12% de retenciones, pero con la posibilidad de que alcancen un 15% por la Ley de Emergencia.

Jeremías Battistoni, especialista de Az Group, añade que, a un mes del inicio de la siembra de fina, la planificación de compras, análisis de márgenes y definición de costos se vuelve menester.

Este análisis anticipa que las empresas tienen buena intención de siembra: el margen pone al doble cultivo trigo-soja como la opción mas interesante en las principales regiones productivas.

Por otra parte, la recarga de los perfiles del ultimo mes mejoran la expectativa en las zonas más afectadas por las restricciones hídricas durante la campaña gruesa.

Ver relación de canje del trigo

Variables en juego para el trigo:

  • Desde la perspectiva de insumos, Battistoni cita que las relaciones de precios del trigo contra fertilizantes se ubican por encima de los promedios de los últimos años. Habrá que tener en cuenta que el recorrido de precio del trigo ha sido significativamente inferior al de los cultivos de gruesa y al de los fertilizantes.
  • En caso de los agroquímicos las relaciones se mantienen positivas para el grano, así como para gasoil y labores que han actualizado al ritmo de la inflación.
  • Desde la perspectiva de costos, conforme datos de la web AgBI.com.ar, los costos directos del cultivo aumentan frente a la campaña pasada un 17% en dólares (tomando como referencia Sur de Bs. As.). Dentro de estos, el gasto en fertilizantes aumenta un 35%, 17% en agroquímicos y un 2% en semilla. P
  • or su parte, labores, seguros y estructura no presentan mayores variaciones. A este análisis habrá que agregar el aumento de los costos comerciales y, sobre todo, alquileres.

Así, las empresas enfrentan una campaña con buena perspectiva pero con un aumento de capital inmovilizado y riesgo.

Expectativa del Gobierno para el trigo

Delfo Emilio Buchaillot, Subsecretario de Agricultura de la Nación, comentó en un Webinar que organizó el Ministerio que las condiciones de siembra se están dando: “La ecuación es positiva, y ayuda cuando se realiza doble cultivo”.

Si el clima acompaña, se podrían superar los 20 millones de toneladas, lo que sería un récord para la Argentina: “Nos hará más fácil el abastecimiento del mercado interno y externo”.

Ver Presión para Basterra y Solmi por el trigo

Buchaillo agrega que están trabajando junto a los bancos provinciales para lanzar líneas específicas para el cultivo de trigo, con foco en la fertilización: “Es el insumo que más influye en el rinde”, destaca. 

Desde el Gobierno también recomiendan la cobertura mediante el instrumento que aprobó recientemente la Comisión Nacional de Valores: el PAF Garantizado de Matba-Rofex.

Además, el subsecretario de Agricultura adelanta que el proyecto de Ley que se encuentra negociando el Consejo Agroindustrial con el Gobierno podría incluir incentivos para la aplicación de fertilizantes.

Ver también: ¿Fertilizamos cómo debemos?

A continuación, desde Argentrigo repasan cómo se imaginan la campaña de trigo sin amenazas de intervención y mayores retenciones:

El Economista Agrario Gustavo López, de Agritrend, coincide en que se podrían alcanzar los 7 millones de hectáreas. Además, con condiciones climáticas más favorables que en la última campaña, considera que la producción se podría acercar a 21 millones de toneladas.

Con un consumo interno estable, de entre 6,5 y 7 millones de toneladas, el saldo exportable podría ser de 13,5 millones de toneladas, a lo que se suman unos 3 millones de toneladas de la cebada (que también gana hectáreas): "Están dadas las condiciones para que, con reglas claras en el mercado, haya una participación importante de la cosecha fina”.

Todo este escenario potencial muestra en el actual esquema de precios un ingreso de divisas cercano a US$ 3.500 millones y una recaudación fiscal que superaría los US$ 429 millones.

Los números detrás del trigo

Respecto a la aplicación de tecnología, desde el equipo de análisis de mercado de fyo repasan la relación insumo-producto tomando el precio Diciembre 2021 del trigo durante marzo.

El informe de marzo relevó que un aumento en los insumos continúa deteriorando las relaciones.

La relación urea/trigo se encuentra en 2,66 desmejorando levemente por el gran aumento en el precio de la urea, por encima de los aumentos en los precios del cereal. 

El ratio se encuentra ahora por encima del promedio de 2,5. Es decir, se necesitan más toneladas de granos para cubrir los costos.

En el caso del MAP, la relación insumo-producto también desmejoró y se mantiene por encima del promedio histórico. La relación se ubica en 3,60 desde el 3,47 del mes anterior.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires repasa que, excepto el caso del gasoil, se necesitan más quintales de trigo para la adquirir una unidad de insumo.

La Bolsa de Cereales de Bahía Blanca suma un cuadro en donde se observa cómo la cebada gana atractivo en los planteos de la fina. El precio se ve traccionado sobre todo por la gran demanda de China para uso forrajero.

Además, la cebada tiene hasta el momento un menor riesgo de intervención.

Márgenes de la fina

En esta pre campaña, la Lic. María Soledad Carrasco, del INTA Bordenave, analiza la relación trigo/cebada teniendo en cuenta costos, ingresos, margen y rinde de indiferencia.

Por otro lado, la Chacra Experimental Integrada Barrow (INTA y Ministerio de Desarrollo Agrario de Buenos Aires) repasa los márgenes de los principales cultivos de fina de la zona de Tres Arroyos y su zona de influencia, en distintos sectores donde cambia el valor del arrendamiento por la calidad del suelo.

En un escenario convencional, sin malezas denominadas difíciles de controlar, se ve bastante pobre el margen bruto del trigo candeal, debido a que requiere una mayor fertilización (los fertilizantes tuvieron un gran aumento con respecto al año anterior) que los demás cultivos de fina, y los precios de mercado están bajos con respecto a las otras gramíneas de invierno. Ya en un lote donde aparece el ryegrass que hace que aumente los costos se nos va a un margen bruto negativo.

Con respecto al margen bruto del trigo pan, es mejor que el de trigo candeal. Ya cuando aparece la maleza resistente aumentan los costos y es más fino el margen bruto. A una mínima variación de precio o rinde da negativo.

La cebada cervecera tiene un buen margen bruto debido a que tiene un mejor precio que los cultivos mencionados anteriormente. Resiste bien el aumento de costos para controlar el ryegrass. Igualmente hay que tener cuidado con el manejo técnico porque es más susceptible que el trigo.

La cebada forrajera está casi en la misma situación que la cervecera porque la brecha de precios no es tan grande como en otros años. Lo cual el manejo con ryegrass resistente deja igualmente un margen bruto aceptable.

La avena tiene buen margen, pero se puede hacer en lotes donde no haya gramíneas como maleza porque no resiste graminicida en el cultivo, lo cual complica el control del mismo, puede generar una baja de rendimiento o complicaciones con la calidad requerida por la industria.

Ver márgenes del trigo vs la cebada

Huella de Carbono del trigo

En línea con las demandas ambientales, ArgenTrigo, en convenio con el INTA y el INTI, presentó los resultados del cálculo de la huella de carbono de cuatro productos de la cadena de trigo argentina: 

  • 1 tonelada de grano de trigo a campo
  • 1 tonelada de trigo en el puerto de exportación
  • 1 kg de harina
  • 1 kg de pasta seca de sémola

El objetivo de este estudio fue atender la preocupación generalizada por el cuidado del ambiente, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el calentamiento global: “Constantemente la sociedad busca que se generen políticas públicas para contrarrestar los efectos del cambio climático”, destacan.

Es sabido que el agro contribuye con el 37% de las emisiones de GEI, y es por ello que, año tras año, se evidencia una mayor concientización y preocupación de los miembros de este sector para reducir las emisiones que tienen la producción agrícola y ganadera. 

Producto de este trabajo, se encontró que la Huella de Carbono de la producción primaria del trigo de Argentina resultó en 146,5 kg CO2 eq/t de trigo en la puerta del campo. Considerando esta misma huella según distintos niveles tecnológicos analizados, resulta en 145,5 kg CO2 eq/t en el nivel Alto de tecnología; 144,6 kg CO2 eq/t en el nivel Medio de tecnología y 169,1 kg CO2 eq/t de trigo en el nivel Bajo de tecnología. 

A la huella del trigo en tranquera de lote se le suman 38 kg CO2 eq/t por el transporte para llegar al puerto de exportación, lo que resulta en un total de 184,4 kg CO2 eq/t de trigo en el puerto. 

Por otro lado, en la industria, los resultados indican una Huella de Carbono de 343 g CO2 eq/kg de harina en el cliente del molino harinero. 

A su vez, la Huella de Carbono de 1 kg de pasta seca de sémola en el cliente del molino fideero resultó ser de 541 g CO2 eq/kg de pasta. 

Uno de los resultados más interesantes de este trabajo, fue que la fertilización nitrogenada es el punto más importante sobre el cual se debe actuar para disminuir la huella de carbono a campo. Una de las maneras de lograr este objetivo, es la introducción de leguminosas en la rotación de cultivos. El segundo punto en importancia para la reducción de la huella de carbono, es el consumo de gasoil en los procesos de producción agrícola. Para ello, es clave la elección del sistema de laboreo, así como del tractor adecuado y su mantenimiento. 

Pensando a largo plazo, una alternativa productiva potencial serían los cultivos perennes de trigo, ya que no sería necesario sembrar cada año, como así también los motores de bajo consumo y emisiones. 

Una de las conclusiones a la que llegaron los autores, es que todas las estrategias orientadas a mejorar los rendimientos, van a disminuir la huella de carbono de la cadena del trigo. Esto puede transformarse en un incentivo para que cada vez más productores sumen mayor nivel tecnológico a su producción. 

“Desde ArgenTrigo estamos orgullosos de haber abordado este desafío de conocer la huella de carbono de la cadena de trigo, acompañados por un excelente grupo de especialistas en la materia. Los resultados muestran que los niveles de emisión de CO2 eq de nuestra cadena, se encuentran por debajo de los valores internacionales. Esto, acompañado de políticas nacionales permitiría lograr un mejor posicionamiento de nuestras exportaciones frente a nuestros competidores, y la apertura a nuevos mercados”, concluyen.