Las lácteas argentinas, atentas a los pasos de la nueva dueña de Milkaut
La francesa tendrá que buscar proveedores entre los tamberos nacionales para cubrir su capacidad instalada y definir si orienta las ventas al mercado local o a la exportación.
Con la adquisición del 54% de las acciones de Milkaut que estaban en manos de la Asociación Unión de Tamberos (AUT), el gigante mundial Bongrain, con sede en Francia, se quedó con la totalidad de la empresa santafesina y tiró una piedra en el mercado nacional de lácteos. Por estos días, las firmas tradicionales que operan en este negocio especulan sobre cuál será la amplitud de la onda expansiva que generará este cambio de manos en Milkaut.
En un mercado que lideran SanCor y Mastellone, sigue en la lista otro grupo de empresas similarmente posicionadas entre ellas: Milkaut, la canadiense Saputo que en 2003 le compró Molfino a Pérez Companc y es dueña de La Paulina y Williner (Ilolay). De todos modos, este negocio tiene tres grandes grupos de empresas: las dedicadas al mercado interno (como SanCor y Mastellone), las firmas con mayor participación de las exportaciones (como Nestlé y Saputo) y las pymes queseras, que son unas 850 en el país.
Milkaut, como Williner, está posicionada en los tres segmentos del negocio y, tras la venta, tiene posibilidades de crecer en uno u otro sentido con la inyección de capital de Bongrain. Por eso, lo que realmente esperan ver los competidores es cuál será el rumbo del negocio.
Como primera lectura sobre lo que podrá ocurrir tras el cambio de manos de Milkaut, si la intención de la venta fue inyectar capital cuando todo el dinero de la empresa se iba al pago de sus deudas, se puede esperar que Bongrain salga a captar más proveedores de leche en el mercado nacional para cubrir la capacidad instalada que compró y que estaba en desuso.