Altas temperaturas, clima seco y vientos: cóctel para el desarrollo de arañuela roja en soja

Esta plaga está mostrando su mayor presencia hasta el momento, fines de diciembre, en pasturas, alfalfas, tréboles y malezas como rama negra entre otras, y de manera todavía incipiente en cultivos de soja en distintas zonas de la región pampeana. De cumplirse las condiciones ambientales que se pronostican, se favorecería su desarrollo.

29deDiciembrede2011a las16:02

Desde el INTA Pergamino indican que en caso de cumplirse los pronósticos ambientales para las próximas semanas, se favorecería al rápido desarrollo de esta temible plaga, cuyo impacto final dependerá fundamentalmente de la ocurrencia de altas temperaturas, baja humedad ambiental e incidencia de vientos que faciliten su dispersión.
 
Importancia de la oportunidad del control
La arañuela roja en soja es una plaga calificada vulgarmente como "jodida", pero en realidad no es difícil. Porque no es difícil su control, pero.. eso sí, hay que hacerlo a tiempo!, antes que sus daños tengan consecuencias irreversibles para esta oleaginosa.
 
Es decir, que si se espera hasta que el lote tenga un ataque generalizado muy probablemente el estrés fisiológico de la planta de soja, producto de la seca y agravado considerablemente por las arañuelas, no pueda ser revertido por la planta (aspecto de "rostizado", como si se hubiera pasado un lanzallamas).
 
Esta situación caracterizada por un claro síntoma de folíolos totalmente "amarronados" es irreversible, y en el mejor de los casos la recuperación sólo será mínima, aunque posteriormente lloviera en abundancia e incluso después de haberse controlado eficientemente a la plaga.
 
La arañuela empieza en pequeños rodeos que se visualizan globalmente por una coloración más pálida en su inicio (se aprecian zonas más clareadas), coloración diferencial característica de rodeos con mayor nivel de ataque o presencia, en comparación al resto del lote.
 
Dicha situación inicial juega en contra de las correctas decisiones por un par de cuestiones. Una de ellas, sugiere al productor que los efectos en el cultivo son pura y exclusivamente causados por la seca (sobre todo cuando se mira desde lejos) y también se piensa que los rodeos producidos son como consecuencia de un mayor impacto de la sequía debido a menor calidad de suelos, menor cobertura, etc.
 
En el caso de haberse detectado el problema de arañuelas, la segunda cuestión o análisis que conduce a otra falasia se basa en que como el área problema es mínima (los pequeños rodeos inicialmente suman una escasa superficie) por consiguiente se suele pensar que no se justifica económicamente el control.
 
El problema cambia dramáticamente cuando la persistencia de días sin buenas lluvias y altos registros térmicos acentúan la condición de sequía favorable al desarrollo de la plaga, y cuando el exagerado calentamiento de suelo y aire provoca corrientes convectivas y vientos que favorecen la dispersión de las arañuelas. Todo ello genera un crecimiento exponencial de su población y una rápida difusión de la plaga dentro y entre lotes. Con tal situación, también será exponencial la rapidéz del amarronado de las hojas, síntoma que indica un estado de la planta ya difícil de volver hacia atrás por más que las arañuelas sen bien controladas. Esto es lo que claramente ocurrió en la campaña 2008/09 en varias provincias pampeanas.
 
En suma, el hecho que en un comienzo aparezcan unos pocos manchones o rodeos y que el grueso del lote tenga un cierto "aspecto de normalidad", complica para decidir si resulta conveniente realizar o no el control. Sin embargo, y ante una posterior "explosión" de la plaga producto de la continuidad de las condiciones óptimas que la favorecen, en pocos días se puede sufrir la amarga sorpresa de que la situación ha tornado a grave y generalizada, lo cual usualmente lleva a la disyunti