De todo, como en botica

El establecimiento Don Antonio, en Baradero, aplica a fondo el sano criterio de diversificar: este año, seca de por medio, resultó más importante que nunca.

28deAbrilde2012a las08:11

La diversificación es una estrategia conocida en el agro argentino, pero en una campaña que se vio afectada gravemente por el factor climático, casi sin distinción de regiones, el concepto vuelve al primer plano y cobra un nuevo significado. A veces no alcanza con ocupar lotes de diferentes regiones para esquivar al mal tiempo; la diversificación debe abarcar a la estructura general de las empresas e, incluso, a las variables de cada actividad. El objetivo, claro, es bajar los riesgos.

Un buen ejemplo se puede encontrar cerca de la ciudad de Buenos Aires, en Baradero. Allí, en una zona quebrada sobre el río Areco, el establecimiento Don Antonio tiene un planteo que combina la ganadería en los bajos con la agricultura en las lomas y, gracias a un sistema flexible que se adapta a las particularidades de cada año, pudo soportar con entereza los golpes de una campaña complicada.

Además, como rueda de auxilio en el esquema empresario, cuenta con una plantación de arándanos a pura tecnología y despunta el vicio de los caballos criollos y la clonación de caballos deportivos, una apuesta repleta de ciencia.