Estrategias para recuperar la producción en suelos salinos

Con la incorporación de forrajes y técnicas de bajos costos, estos suelos se pueden transformar en tierras productivas y sustentables. La propuesta del INTA incluye manejo y buenas prácticas.

30deAbrilde2013a las12:36

Es sabido que en la Argentina, más de 13 millones de hectáreas se caracterizan por la presencia de sales en el perfil. Entre las regiones más afectadas se encuentran el Chaco semiárido, la depresión del salado y el noroeste de Buenos Aires, zonas en las que hay una gran proporción de suelos halomórficos –afectados por sales y sodio–. La preocupación se incrementa más aún si se considera que ese daño podría ir en aumento si no se hace un uso racional de la tierra.

“La presencia de sales en el suelo altera el crecimiento de las plantas, lo que representa un problema para la producción agrícola-ganadera”, señaló Roberto Casas, Director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, quien además destacó: “Desde la institución apostamos a su recuperación con manejo y buenas prácticas”.

Un estudio de la FAO determinó que la Argentina es uno de los países más afectados por halomorfismo en el mundo, después de Rusia y Australia. “Sólo en la provincia de Buenos Aires existen más de 3 millones de hectáreas afectadas por este proceso”, ejemplificó Casas y aseguró: “La relevancia que le damos a este problema se debe a que parte de esas tierras se pueden destinar a emprendimientos agrícolas o ganaderos”.

La salinización y sodificación de los suelos –por los excesos de agua superficiales o ascenso de las napas freáticas– son procesos que están en continuo aumento. Por esto, el Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA Castelar organiza junto con el Centro para la Promoción de la Conservación del Suelo y el Agua (PROSA) de la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura (FECIC) una jornada sobre Manejo de suelos salino-sódicos en áreas de secano.
Uno de los aspectos característicos de los suelos con exceso de sodio, es la compactación: se convierten en duros, secos e impermeables debido a la dispersión de la arcilla y de la materia orgánica. Esto, afecta el crecimiento y desarrollo de muchas especies vegetales.