Se frena 40% la salida de contenedores del puerto de Rosario

A partir de la disposición del Gobierno de prohibir el transbordo marítimo en Uruguay para combatir la subfacturación, el 40% del movimiento de contenedores para exportación del puerto de Rosario se encuentra paralizado. Esto fue confirmado por el gerente general de la Terminal Puerto Rosario, Diego Querejazu, que indicó que los navegantes tendrán que “transbordar en Buenos Aires o tomar servicios que salen directamente hacia Brasil”, lo que supone un aumento de los costes del proceso, cuyos efectos sobre el comercio en el puerto rosarino se notarán “en el corto plazo”. La disposición, que entró en vigor el pasado martes, prohíbe que las cargas de exportación con origen en puertos argentinos sean transbordadas en países que no “mantengan vigentes acuerdos de transporte marítimo de cargas”. En la actualidad, en la región sólo Brasil tiene este tipo de acuerdo vigente con la Argentina. La nueva medida supone que las cargas de exportaciones argentinas no pueden transitar por Uruguay, lo que afecta al 40% del movimiento de este tipo de mercancías en el puerto de Rosario, sobre el río Paraná y a unos 350 kilómetros al norte de Buenos Aires, el principal punto de embarque para envíos de cereales de la Argentina. Querejazu indicó que la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) pidió el viernes pasado una entrevista con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, para solicitarle que anule el nuevo reglamento, que calificaron de “inconveniente” por haberse aprobado “de manera aislada e intempestiva”. Según el Centro de Navegación de Uruguay (Cennave), que aglutina a 73 empresas de comercio marítimo de ese país, la resolución de la Argentina podría afectar al menos el 25% del tráfico de mercancías en el puerto de Montevideo y generar pérdidas anuales cercanas a los 100 millones de dólares. Fuentes especializadas en comercio exterior expresaron a BAE Negocios que “es altamente probable que parte de los socios estén presionando para subfacturar operaciones y, de este modo, no liquidar todos los dólares en la Argentina, sino dejar una porción de las divisas en Uruguay”.