La matriz logística de los países hace la diferencia

“No sirve de nada ser muy productivos, si después no podemos trasladar esa producción eficazmente”, dijo Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores, al referirse en Agrotendencias 2013 a las limitantes estructurales de la oferta de los países emergentes.

Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores.

Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores.

19deNoviembrede2013a las17:22

Leandro Pierbattisti presentó un video filmado en 2010 que sirvió como disparador del tema. En él se pudo ver que es más productivo producir soja en Brasil que en Estados Unidos, pero mucho más rentable hacerlo en este último. Sin embargo, es más barato plantar soja en Brasil, pero hay un “costo Brasil” que hace que los productores de Mato Grosso, por ejemplo, ganen menos que los de Illinois. Para el transporte de granos, en Illinois se usa poco el camión pero todos los días se llenan decenas de barcazas con soja. En Brasil, la producción recorre 1000 kilómetros en camión y debe enfrentar el tránsito, los problemas de infraestructura, etc, haciendo que se pierda un tiempo precioso. La soja en Illinois recorre unos 150 kilómetros, mientras que en Brasil la mitad del país. También el costo portuario es el doble en Brasil y el del transporte es de 7 veces más alto y los trenes son muy anticuados. Sin embargo, la productividad de los brasileños asombra a los norteamericanos. Esta fue la información ofrecida en el documental compartido por Pierbattisti.

A continuación, el orador desarrolló las razones por las cuales la logística es un tema central para los países. “No sirve de nada ser muy productivos, si después no podemos trasladar esa producción eficazmente”, dijo. Por ejemplo, cuando China le canceló compras a Brasil por las demoras, esto incidió en los precios y favoreció a la Argentina.

El asesor de la Federación de Acopiadores recordó que el USDA dice que Brasil va a aumentar en 20 millones de toneladas la soja en 10 años. Estados Unidos tendrá menos mercado en el mundo. Pero en Brasil, el “hinterland” promedio es 5 veces mayor al argentino (300 km vs. 1500 km).

“Argentina tiene un costo de producción más bajo que Brasil y Estados Unidos. La incidencia del transporte en el precio FOB es del 26% en Brasil, del 5% en Estados Unidos y del 6% en Argentina. Pero la Argentina tiene un 35% de retenciones. Y el arrendamiento incide un 26% en Argentina, un 7% en Brasil y 22% en Estados Unidos. El productor argentino, sin embargo, sigue siendo competitivo”, detalló.

El secreto de los Estados Unidos es la matriz logística. Se reparte muy bien el tren, la barcaza, el avión y el camión en mercaderías en general. En soja, el 61% se traslada en barcazas, mientras que en Brasil sólo un 3%. En Argentina, el camión incide el 83% y el tren 15%.

“Brasil tiene muchos puertos y con semejante costa tiene problemas logísticos. Hay pocas terminales con capacidad de carga, almacenaje y velocidad adecuada. El 70% de la soja está alojada en el sur. El objetivo de este país es desarrollar toda esta fachada portuaria”, comentó Pierbattisti.

En su opinión, la revolución agrícola norteamericana se da de la mano del transporte. En Argentina fue igual con los ferrocarriles. De 1870 a 1919 hubo un aumento del 2824% en vías ferroviarias.
“La historia de Estados Unidos es un ejemplo de lo importante que es para el desarrollo de los países armonizar el campo y la industria”, destacó el orador y enumeró: primero fue la conquista del oeste en primera mitad del siglo XIX. Luego el desarrollo del transporte ferroviario a partir de 1860. Más tarde las primeras líneas transcontinentales en 1869. En 1862 se permite que cada familia ocupe un terreno. Globalmente, en 1860, se construye el canal de Suez y en 1916 el de Panamá. Los buques a vapor comienzan a reemplazar a la vela en 1890. Se comienza a usar mucha tecnología, se desarrolla la mecanización, se triplica la producción agrícola norteamericana y aumenta el número de agricultores. Estados Unidos desarrolló su propio mercado interno, pero sin crear un antagonismo con los mercados externos.