Latinoamérica representa el 20% de la producción mundial de pollos
"Argentina cuenta con un gran potencial para abastecer de maíz y otros granos forrajeros a la avicultura mundial en cantidad, calidad y estabilidad", apuntó Fraguío, de Maizar.
Se llevó a cabo en El Salvador el XXIII Congreso Latinoamericano de Avicultura, organizado por la Asociación Latinoamericana de Avicultura.
El director ejecutivo de MAIZAR, ingeniero Martín Fraguío, ofreció la conferencia “Garantizando maíz para la avicultura 2013”, en la que sostuvo que “Gracias a la agricultura moderna y a la biotecnología, la Argentina cuenta con un gran potencial para abastecer de maíz y otros granos forrajeros a la avicultura mundial en cantidad, calidad y estabilidad”. Manifestó además que “las barreras al comercio mundial impiden el desarrollo económico y social de las regiones agrícolas”.
La biotecnología es la herramienta que ha logrado los avances más sorprendentes en los últimos años. La biotecnología en maíz comenzó en los genes de control de insectos y luego continuó con la resistencia a distintos herbicidas. En el futuro, nuevas tecnologías permitirían obtener buenos rendimientos por hectárea en distintas regiones, abarcando desde latitudes polares hasta zonas tropicales, donde el maíz se va instalando como un cultivo excelente para cubrir la demanda tanto para alimentación humana o animal como para energía.
Sin embargo, los avances tecnológicos generan, como todo avance, miedo al cambio. Un temor que en muchos casos no tiene ningún asidero científico, como es el caso de la oposición a la biotecnología en algunos países. A veces pareciera que frente a la demanda futura de alimentos, incrementar la producción de alimentos no es la solución sino que es parte del problema. Entonces, se empieza a confundir si la humanidad para salir de su adicción a los combustibles fósiles, a las emisiones de gases de efecto invernadero y la generación de residuos, debe reforzar su oferta o extracción de elementos no renovables del ambiente o por el contrario debe ir migrando de a poco hacia sistemas renovables más amigables con la vida en la tierra y los ciclos de los distintos elementos.