Garbanzo, de ser negocio estrella a desastre

En el ciclo 2011/12 el garbanzo fue uno de los mejores negocios agrícolas. En la campaña 2012/13 la legumbre descendió a la B. Pero este año ni siquiera va a participar del campeonato. El ingreso de la cosecha argentina de garbanzo al mercado global se presentó en el peor momento. Los precios –tal como se preveía– se derrumbaron en un escenario de sobreoferta internacional del producto. En noviembre pasado y lo que va de diciembre se declararon exportaciones argentinas de garbanzo Kabuli 2013/14 por 8682 toneladas. Apenas un 5.7% de ese volumen se registró con precios FOB superiores a 900 u$s/toneladas (partidas con un calibre de 9 milímetros), mientras que un 13.6% se declaró con precios de 700 a 899 u$s/tonelada (calibre 8), un 51.3% con 500 a 699 u$s/tonelada (calibre 7) y el 29.3% restante con precios menores a 499 u$s/tonelada (forrajero). El precio FOB promedio ponderado en noviembre pasado fue de 583 u$s/tonelada versus 930 y 1170 u$s/tonelada en el mismo mes de 2012 y 2011 respectivamente (ver gráfico). En lo que va del presente mes de diciembre el promedio se ubicó en 590 u$s/tonelada. Los primeros cálculos del Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba estiman una producción de garbanzo en es provincia de 29.223 toneladas, una cifra 56% inferior a la de la campaña anterior. “El 76% de la producción pertenece a superficie sembrada bajo riego, siendo Totoral y Río Primero los departamentos más importantes. Debido a condiciones climáticas de altas y bajas temperaturas, se vio afectada la etapa reproductiva del cultivo, observándose una disminución de rendimiento de casi el 32% con respecto a la campaña 2012/13 (de 14,1 qq/ha versus 20,7 qq/ha)”, apuntó el último informe de cultivos invernales de la Bolsa de Cereales de Córdoba. Agricultores Federados Argentinos (FAA) ofrece actualmente 500, 400 y 230 u$s/tonelada por partidas con garbanzo de calibres 9, 8 y 7 respectivamente. La ventana comercial óptima del garbanzo argentino se inicia en noviembre, cuando termina de ingresar la cosecha mexicana (que tiene muy buenos calibres), y finaliza en febrero-marzo con el ingreso de la cosecha india.