La polilla que vive de la uva

Syngenta organizó un taller técnico sobre manejo de Lobesia botrana, la polilla cuyo alimento principal es la vid. Una plaga que, si no es controlada a tiempo, puede generar cuantiosas pérdidas en los cultivos.

27deDiciembrede2013a las14:47

La creciente presencia de Lobesia botrana en las principales zonas de producción de uva de la Argentina tiene a los productores en jaque. Para aportar soluciones este problema, Syngenta organizó en Mendoza una jornada de capacitación técnica sobre manejo de esta plaga, a la que asistieron más de un centenar de productores y técnicos de la zona. La capacitación estuvo a cargo del ingeniero Alejo Costa, miembro del equipo de Investigación y Desarrollo de Syngenta y responsable técnico de Insecticidas para LAS.

“Lobesia botrana es un lepidóptero que afecta directamente los racimos de las uvas. Se trata de una plaga que tiene entre dos y cuatro ciclos de vida, aunque en las condiciones ambientales de Mendoza suele cumplir tres ciclos. Uno de sus picos tiene lugar en el momento de racimo desplegado, o floración, durante el mes de octubre. El segundo ciclo suele darse durante el crecimiento de las bayas; mientras que el tercero aparece en el momento del envero y hasta su madurez”, explica Costa, e indica que es muy importante controlarla desde la primera generación, porque si bien el daño en ese momento no es significativo, sí resulta clave reducir el aumento de la población, con el propósito de eliminar la segunda generación.

En tanto, si la plaga ataca durante la segunda y tercera generación, con ovoposiciones durante el crecimiento de las bayas, provoca daños directos por perforaciones en las uvas y daños indirectos por merma de calidad. “Esas aperturas que generan en las uvas son canales de entradas para un buen número de patologías entre las cuales están Alternaria, Aspergillus niger y Botrytis cinerea”, sostiene Costa.