Precios de la carne, bajo el “efecto heladera”
Los aumentos son la resultante de una oferta sensiblemente menor de hacienda liviana para consumo y del aprovisionamiento de los hogares tras el regreso de las vacaciones.
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Los precio del novillo, después de haber acumulado una suba del 50 por ciento desde principios de noviembre, parece ahora estabilizarse.
La oferta, si bien se ha recuperado con respecto a los niveles críticos de semanas anteriores, sigue afectada por las continuas lluvias que se siguen registrando en la mayor parte de la zona pampeana, y que siguen obstaculizando la comercialización.
Si bien la exportación está pagando por el novillo pesado un 45 por ciento más que hace tres meses, representa hoy sólo el cinco por ciento de la demanda: las exportaciones han bajado a niveles inverosímiles, con algunas plantas paradas, y otras con faenas muy bajas o trabajando sólo algunos días a la semana.
El Gobierno ha estado varios días sin conceder ROE, y lo poco que se logra embarcar se hace a través de una nueva versión de la “gran barata”, que obliga a los exportadores a vender cortes del parrillero en el mercado interno con un descuento superior al 30 por ciento.
