Crisis productiva en el centro-oeste de Santa Fe por las inundaciones
La zona afectada incluye a los distritos de Josefina, Bauer y Sigel, Coronel Fraga, Vila, Saguier, San Antonio y Castellanos. Miles de hectáreas están anegadas por las lluvias de los últimos meses.

Sumergido. El ganado de un tambo de la localidad de Vila, abriéndose paso hacia campos más altos.
El panorama es dramático en la cuenca agrícola-ganadera del centro oeste del departamento Castellanos, donde las lluvias de los últimos meses ya acumulan 1.100 milímetros con una veintena de tambos que atraviesan horas decisivas.
La zona afectada por el momento está conformada por los distritos de Josefina, Bauer y Sigel, Coronel Fraga, Vila, San Antonio y Castellanos, conectados por bajos naturales y un deficiente sistema de canalización que recibe aguas del este cordobés (San Francisco, Luxardo y Freyre) y el sur del departamento Castellanos (Santa Clara de Saguier), cuyos excedentes de agua se desplazan naturalmente hacia el colapsado canal principal "Vila-Cululú".
El Comité de Cuenca Castellanos Sur, que tiene bajo su jurisdicción a esta zona de unas 60 mil hectáreas, da cuenta que unas 45 mil están anegadas y con serios problemas de escurrimiento, lo cual se agravó el viernes 14 de marzo con una copiosa lluvia de 100 milímetros en menos de cuatro horas, seguida de una pedrada que terminó por destruir los magros maíces forrajeros y cultivos de soja que aún soportaban. Se inundaron las pequeñas poblaciones de Bauer y Sigel, Vila y Ramona, al tiempo que unos 20 establecimientos lecheros dejaron de producir desde entonces.
El Servicio de Control Lechero Oficial con sede en Vila, informó que de los tambos que siguen produciendo, la mayoría cayó al 50 por ciento de su capacidad, al tiempo que las reservas forrajeras y silos confeccionados para el invierno están siendo consumidas velozmente poniendo en riesgo el futuro inmediato de dichos tambos.
Literalmente la región está bajo el agua, pero esto no se debe sólo a un hecho extraordinario de la naturaleza, puesto que la crisis hídrica comenzó en diciembre de 2012 con las profusas lluvias que inundaron esta región, a falta de canales y obras hídricas postergadas por los gobiernos provinciales en las últimas décadas.
Presidentes de comunas afectadas comentaron que desde el Ministerio de Aguas provincial se proyectaron las obras necesarias para evitar una nueva arremetida climática, pero hasta la fecha no fue mucho lo que se avanzó.