Sorgo: buenas pespectivas mundiales
Argentina es el segundo exportador mundial de sorgo granífero y quinto productor global de este cultivo que recupera terreno de la mano de la tecnología.
Entre Ríos es la segunda provincia del país en producción y la de mayor índice de incremento: en la última década triplicó su área de siembra, acercándose a las 200.000 hectáreas. Su mayor tolerancia al stress hídrico, la necesidad de incorporar materia orgánica al suelo, y los mejores rindes observados en los cultivos subsiguientes son algunas de las ventajas que ven muchos agricultores que lo incorporan a sus esquemas de rotación. Las siembras sobre colza dan buenos resultados porque se puede sembrar bien temprano, completando un esquema muy rentable en la provincia.
“Incorporé el sorgo por su abundante rastrojo que mejora el suelo”, dice Flavia Salvatori, de Basavilbaso. Esta productora del centro entrerriano hace tres años que produce colza/sorgo. ”El primer año que empecé con ésta rotación saqué 2.000 kilos por hectárea con la colza Hyola 571”. “Este año continúo la rotación sembrando colza para semilla”, agrega Salvatori que, normalmente, plantea una rotación soja de primera, trigo/soja, colza/sorgo, pudiendo volver a soja después de mejorar el suelo.
“En cuanto al sorgo que siembro es el VDH 305 por su bajo contenido de tanino, ya que mi negocio es venderlo a las granjas de pollos de la zona”, comenta. El rinde que obtiene es de unos 7.000 kilos por hectárea, sembrándolo con unos 60 kg. de fertilizante fosforado, que puede ser fosfato monoamónico o superfosfato triple, y luego le suma entre 100 y 120 kilos de urea.