CLAAS inició un plan de desguace de picadoras antiguas

La empresa de maquinaria puso en marcha un plan para sacar del mercado las picadoras de forrajes de más de 15 años, tomándolas en parte de pago por equipos nuevos y procediendo a su destrucción.

Los objetivos son asegurar el recambio tecnológico, cuidar las tarifas para los contratistas y mantener la calidad del picado.

Los objetivos son asegurar el recambio tecnológico, cuidar las tarifas para los contratistas y mantener la calidad del picado.

11deJuniode2014a las15:26

Cada año ingresan en el parque de maquinarias argentino entre 50 y 60 picadoras de forrajes nuevas. Sin embargo, quienes apuestan a ser más eficientes y brindar un servicio de mayor calidad deben competir con tecnologías más antiguas y baratas, que permanecen en circulación en el mercado de maquinarias usadas.

Con la mira puesta en el recambio tecnológico, la eliminación de la competencia desigual en los servicios de picado de forraje y el mantenimiento de la calidad de los productos finales, CLAAS puso en marcha un plan de desguace de picadoras de más de 15 años. La empresa toma esos equipos en parte de pago –ya sean CLAAS o de otra marca– para la compra de máquinas nuevas o usadas de líneas actuales. Luego se retiran del mercado estos equipos antiguos y se procede a su desarmado y posterior fundición de sus componentes.

De esta manera, la empresa se propone alcanzar una mejora en la cadena productiva en 3 etapas: nuevas tecnologías, empresas eficientes en el mercado y mayor productividad en la transformación de forrajes en kilos de carne o litros de leche.

Según José Costamagna, del departamento comercial de CLAAS, en la actualidad existen alrededor de 750 picadoras de forrajes en el parque de maquinarias argentino, de las cuales unas 150 son modelo 2000 o anteriores. “El objetivo del plan es sacar del mercado esas picadoras en un plazo de 5 años, ya que se trata de equipos que poseen un alto costo de reparación, son difíciles de comercializar y tienen un elevado riesgo de cobranza. Además, como requieren una inversión mucho menor, compiten con los clientes que apuestan a comprar nuevas tecnologías, bajando el nivel general de las tarifas y la calidad del trabajado realizado”, sostiene.