Buenas prácticas y uso responsable para producir de manera sustentable
Syngenta, Fundación ArgenINTA y la Federación de Institutos Agrotécnicos Privados celebraron un encuentro para poner en marcha el segundo año de “Sembrando Conciencia”.
La educación y la capacitación son motores del desarrollo. Así quedó demostrado en la jornada que llevaron adelante Syngenta, Fundación ArgenINTA y la Federación de Institutos Agrotécnicos Privados (FEDIAP), de la que participaron alumnos de escuelas rurales, sus padres (muchos de ellos productores), docentes y representantes de organizaciones del sector, y que trató sobre el uso responsable de productos fitosanitarios, toxicología y buenas prácticas agrícolas. El programa de capacitación conjunta está orientado a mejorar el conocimiento y el acceso a información técnica de estudiantes de escuelas agrotécnicas de todo el país.
La toma de conciencia y el aprendizaje sobre buenas prácticas en el mundo del agro resultan pilares clave a la hora de promover la agricultura que el país se merece, según manifestaron, cada uno a su turno, Juan Carlos Bregy (director ejecutivo de FEDIAP), Andrea Millauro (técnica de Fundación ArgenINTA), Celina Kaseta y Guillermo Delgado, ambos de Syngenta. Desde 2013, las tres organizaciones llevan adelante un amplio programa de capacitación que durante su primer año llegó a diez escuelas de cinco provincias y alcanzó a más de 400 alumnos.
También participaron del encuentro Germán Falo, director de Educación Rural Privada del Ministerio de Educación de Santa Fe, y Carlos Giner Perea, director de Educación Técnica de Zona Sur del gobierno santafesino.
A su turno, Kaseta presentó The Good Growth Plan, la iniciativa de Syngenta apoyada en una serie de compromisos asumidos por la compañía de cara a 2020. De acuerdo con el plan global, en Latinoamérica Sur –territorio conformado por Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay– la compañía se comprometió a:
• Hacer que los cultivos sean más eficientes: incrementar en 20% la productividad de los cultivos de soja y maíz, en 15% los de cereales y en 10% los de girasol en LAS sin utilizar más tierras, agua ni insumos.