Impulsan aporte social y económico de los bosques
En zonas agrícolas, una de cada cinco personas vive en una casa fabricada principalmente con madera.
Las políticas forestales deben centrarse más en los beneficios socioeconómicos que aportan los bosques a las personas y no tanto en cuestiones medioambientales y económicas. Tales fueron las conclusiones que surgieron de un informe a Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicado esta semana en Roma.
El trabajo bienal de la FAO dio cuenta de las ventajas que aportan las masas forestales mundiales a los seres humanos en los ámbitos de la alimentación, la energía, la vivienda y la salud. "Existe un gran conocimiento de los problemas medioambientales de los bosques, el cambio climático, todo lo que tiene que ver con la biodiversidad y el suelo, y también sobre su contribución económica", recordó el subdirector general del Departamento Forestal de la FAO, Eduardo Rojas.
"Pero nos dimos cuenta -añadió- de que en el ámbito de las funciones sociales y culturales de los bosques, es decir, todo lo que tiene que ver con las personas, apenas hay información". Por ello, prosiguió Rojas, el informe bienal sobre el estado mundial de los bosques publicado el lunes pasado busca suplir esta carencia y señalar la cantidad de beneficios socioeconómicos que aportan, en relación con ingresos, empleo, vivienda o energía.
Pero además, la FAO quiere poner el acento en la necesidad de aprobar políticas forestales que se centren, sobre todo, en las personas.
El informe señala que los bosques, los árboles en explotaciones agrícolas y los sistemas agroforestales tienen un papel crucial en zonas rurales y en países en vías de desarrollo, pues proporcionan empleo, energía, alimentos nutritivos y fuentes de cobijo a sus poblaciones.