La investigación, el otro campo para atacar a las malezas resistentes
Las empresas proveedoras de herbicidas promueven los trabajos científicos en la búsqueda de soluciones.
|La resistencia desarrollada por las malezas al glifosato no sólo preocupa a los productores. Si bien estos son los primeros damnificados, el problema también aflige a las empresas encargadas de dar soluciones agronómicas y a la comunidad científica.
El desvelo por parte de los investigadores se puso de manifiesto en la última edición del certamen Top Ciencia, organizado por la empresa Basf, y que agrupa a autores de Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia. De los 129 trabajos presentados en la octava edición del premio, 38 fueron de la categoría “estrategias para el manejo de malezas de difícil control”. La mayoría de los contenidos evaluados estuvo vinculado con el control de malezas, una tendencia similar a lo que ocurre con los trabajos sobre herbicidas publicados en las revistas indexadas con referato internacional.
“En la temática de la investigación en la región hay una fuerte impronta sobre el control, que debería complementarse con estrategias de manejo relacionadas con rotaciones y fechas de siembra. Como para tener una base más sólida al momento de recomendar a los productores”, sostuvo Elba de la Fuente, profesora de la Cátedra de Cultivos Industriales de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) y jurado Top Ciencia en la categoría herbicidas. La especialista es además presidenta de la Asociación Argentina de Ciencias de Malezas (Asacim), institución fundada hace un año y que busca promover el estudio de las malezas desde la interacción de todos sus actores involucrados.
Problemas a campoEl avance de la resistencia del Amaranthus palmeri en el sur de Córdoba, por ejemplo, ha obligado a los productores y asesores a replantear las estrategias de control. En maíz, las alternativas de manejo parecen más claras; la pata renga sigue estando en el cultivo de soja.