Legumbres: el arsenal tecnológico para un cultivo que se expande

En los últimos cinco años creció mucho la siembra de arvejas, lentejas y garbanzos. La expansión motoriza la búsqueda de nuevos conocimientos.

Legumbres: el arsenal tecnológico para un cultivo que se expande
07deJuliode2014a las08:05

En los últimos cinco años creció mucho el cultivo de legumbres y casi mayoritariamente lo hizo con destino al mercado de exportación. Eso explica la fuerte interacción institucional que originó la Segunda Jornada de Legumbres en la Bolsa de Comercio de Rosario en la cual especialistas del Inta y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación generaron una propuesta que los legumbreros natos y los interesados en serlo no pudieron desoír: mejoramiento genético, manejo de enfermedades, secuencias de cultivos y secretos de manejo para arvejas, lentejas y garbanzos fueron el eje del debate sobre el tema.

"¿Qué hemos aprendido del cultivo de arveja en los últimos años?", se preguntó Gabriel Prieto, especialista del Inta Arroyo Seco. "La arveja es un cultivo que ha tomado mucho vuelo, pero que en realidad es menor, teniendo en cuenta las 150 a 200.000 hectáreas de arveja existentes, contra los 20 millones de soja", mencionó para abrir la jornada.

Lo cierto es que el cultivo de arveja creció y lo hizo de la mano de las complicaciones que han surgido con el trigo. "El mercado se agilizó, es mucho más transparente, al tiempo que busca consolidar mayores volúmenes. La potencialidad del cultivo es muy alta, y el mercado aún puede absorber más producción". Además, se ha generado y difundido suficiente información para mejorar los resultados en legumbres en cuanto a lo tecnológico.

A las tradicionales áreas de cultivos de invierno, se han sumado núcleos de producción de legumbres, cubriendo el sudeste de Santa Fe, La Pampa, centro y norte de Buenos Aires, al punto de que en las últimas siete campañas, el trigo comparte proporciones con arveja más lenteja.

El mercado externo. "En 2006 no hubo precio, no la querían ni para darle de comer a los chanchos", ironizó Prieto. Poco a poco se abrió el mercado. A fines de 2006 surgieron demandas de productores y creció la exportación hasta llegar a las 27.000 toneladas. "Con ese volumen, el precio nunca más dejó de estar, lo cual marca una tendencia muy clara: todas las empresas exportadoras y procesadoras se pusieron las pilas", dijo. Vale decir que a, diferencia de un commoditie, las legumbres no se "despachan", sino que se salen a vender.

En cuanto al comportamiento del cultivo en las última campañas, Prieto refirió que en los núcleos de producción, en 2012, las lluvias de agosto hicieron que se malograran los cultivos. Merced al anegamiento y de la alta incidencia de enfermedades incontrolables de tipo vascular, fue un año difícil. En 2013 la historia se revirtió, y castigó a la arveja con un bajo nivel de lluvias. "Venimos de dos años muy complicados", precisó.