Putin busca desmarcarse de una sospecha peligrosa
¿Quién fue? Ésta era al cierre de esta edición la gran pregunta en torno de la tragedia del avión de Malaysia Airlines.
¿Quién fue? Ésta era al cierre de esta edición la gran pregunta en torno de la tragedia del avión de Malaysia Airlines, cuya respuesta tendrá profundas implicancias para la política internacional. Respuesta que llegará más temprano que tarde a no ser que el sino de esa malhadada compañía esté inexplicablemente atado al misterio.
El presidente ruso Vladímir Putin pareció a última hora de ayer tomar distancia de un posible desastre político. "Sin lugar a dudas, el Gobierno en cuyo espacio aéreo sucedió esto es el responsable de esta terrible tragedia", dijo a la agencia Novosti, sin reparar que ello implicaba reconocerle a Kiev la soberanía sobre un territorio supuestamente destinado a caer en manos de Rusia. "Esta tragedia no habría ocurrido si hubiera paz en esa tierra o si el Gobierno (de Kiev) no hubiera reanudado las hostilidades en el sur y en el este ucranianos", añadió.
Sugestivamente, el jefe del Kremlin no volvió a evocar la teoría que, no bien se supo del desastre, tendía a liberar de responsabilidades a sus aliados rusoparlantes de las zonas separatistas de Ucrania. Según la especie, un misil ucraniano habría derribado el Boeing 777 para asesinar a Putin, cuyo avión, de regreso de la cumbre de los BRICS en Brasil, se habría cruzado en el mismo corredor aéreo con el malasio sobre el cielo de Varsovia, confundiendo a los magnicidas.
¿Qué podría haber llevado al Ejército ucraniano a intentar matarlo? A fin de cuentas, eso habría equivalido a la declaración de una guerra a Rusia de consecuencias inevitablemente devastadoras para aquel país.
Fuentes de inteligencia estadounidense confirmaron anoche a la CNN y al diario The Washington Post que el episodio se produjo por el lanzamiento de un misil tierra-aire, aunque no se atrevían aún a especular sobre su origen. Recordaban, con todo, que el siniestro se produjo sobre Donetsk, el último gran bastión prorruso en Ucrania, que resiste lo que parece ser la embestida final de las tropas de Kiev.
Asimismo, indicaban, se trata esa de "una zona en disputa", donde a principios de esta misma semana los rebeldes reivindicaron con entusiasmo el derribo de un avión ucraniano de transporte. Y, antes de eso, habían sido varios Antonov, Ilushin, Sukhoi y helicópteros los abatidos.