Caña: podrían ahorrarse al año más de $33 M en combustible
Especialistas del INTA diseñaron una máquina para labranza en franjas que simplifica las tareas de laboreo, reduce el gasto energético y evita el avance de la degradación del suelo.
Especialistas del INTA diseñaron un prototipo que simplifica las tareas de laboreo en caña de azúcar a partir de un sistema de labranza en franjas. Esta modalidad, que se encuentra en proceso de ensayo, evita el avance de la degradación del suelo y disminuye el consumo de combustible, lo cual significaría un ahorro anual de 33,5 millones de pesos.
“Esta máquina busca presentar una labranza alternativa que sea rentable para los productores y beneficiosa para el suelo, porque su conservación es un problema económico y es lo que más nos preocupa”, señaló Omar Tesouro, especialista del Laboratorio de Terramecánica e Implantación de Cultivos del INTA Castelar –Buenos Aires–.
Desde el punto de vista técnico, la máquina es un escarificador que rotura sólo la franja del suelo sin remover el espacio entre líneas para, luego, hacer el surcado y la plantación de la caña. Eso permite sustituir cuatro labores del método convencional de plantación (dos pasadas de rastra excéntrica y dos, de subsolador) y reduce la intensidad del laboreo y el gasto energético.
En el país, la caña de azúcar ocupa una superficie de 350 mil hectáreas y, al tratarse de un cultivo plurianual, cada año se renueva la quinta parte de esa extensión. Así, con la labranza en franjas, se pueden ahorrar $33,5 millones por año sólo en concepto de combustible, con lo que podrían comprarse cerca de 50 tractores de 140 HP.