El silo bolsa le generó al país más de U$S 10 mil millones

Así lo indicó un informe del Instituto de Economía del INTA, que analizó los efectos de esta tecnología durante los 20 años de su utilización en el país.

Con 40 millones de toneladas almacenadas en bolsas plásticas, el país exporta más de 50 millones de dólares anuales.

Con 40 millones de toneladas almacenadas en bolsas plásticas, el país exporta más de 50 millones de dólares anuales.

30deSeptiembrede2014a las16:44

Desde su incorporación en la Argentina, hace poco más de 20 años, el silo bolsa le generó al país más de 10 mil millones de dólares, confirmó un trabajo del Instituto de Economía del INTA. Desde el ciclo 1998/99, con esta tecnología pasaron de almacenarse de dos a 40 millones de toneladas de granos. Y mientras su adopción en el país continúa expandiéndose y se incorporan mayor tecnología y conocimiento para potenciar su efectividad, el interés internacional por esta herramienta también crece: cada año se exportan bolsas argentinas por más de 50 millones de dólares.

Este tecnología protagonizará el Primer Congreso Internacional de Almacenamiento de Granos en Silo bolsa, un encuentro único en su tipo a escala mundial, que se realizará en Mar del Plata del 13 al 16 de octubre.

El estudio del instituto, que calculó los excedentes económicos y validó los resultados mediante entrevistas a usuarios, “representa el crecimiento en cantidad y calidad del silo bolsa”, dijo Nicolás Gatti, técnico del INTA, quien agregó que este sistema “ayudó a incrementar el ritmo sostenido de producción de granos”. Según datos del INTA Balcarce, la producción de los principales granos en la Argentina pasó de 50 millones de toneladas en la campaña 1996/97 a 103 millones de toneladas en 2013/14. Sin esta innovación, “el incremento de la capacidad de acopio hubiese requerido inversiones más onerosas”, indicó el técnico.

“Durante la década del 2000, la producción de granos en la Argentina tuvo un salto significativo”, dijo Leandro Cardoso, técnico del INTA Balcarce. Sin embargo, no fue acompañado por la capacidad de acopio en silos permanentes. “A su vez, la frontera agrícola se expandió hacia zonas donde no había una infraestructura de poscosecha consolidada –como el NEA y el NOA–, lejos de los puertos y con una red vial que podría ser problemática”, indicó. “Esto, sumado al creciente volumen de información técnica aportado por el INTA y otras instituciones, hizo que rápidamente el sistema se expandiera”, agregó Cardoso.