Brasil: la cuenta regresiva se llenó de incógnitas y tensión
El cierre de la campaña electoral brasileña adoptó connotaciones dramáticas. Instalaban una enorme incógnita acerca de cuál sería el rival de Dilma en un probable balotaje.
El cierre de la campaña electoral brasileña adoptó ayer connotaciones dramáticas. La difusión de la última encuesta sugería que la presidenta Dilma Rousseff no llegaría a triunfar en la primera vuelta del domingo, pero instalaban una enorme incógnita acerca de cuál sería su rival en un probable balotaje: ¿Marina Silva o Aécio Neves?
Por si eso fuera poco, al cierre de esta edición comenzaba en la influyente TV Globo el último debate presidencial, el de mayor audiencia y en el que todos esperaban poder captar algún gesto fuera de cálculo, alguna palabra equivocada capaz de terminar de torcer el panorama. Participaban los siete principales candidatos, sobre un total de once.
El último sondeo de Datafolha mostró a la presidenta, Dilma Rousseff, sin cambios en el primer lugar con respecto al relevamiento de dos días antes, con una intención de voto del 40%. Mientras, la ecologista Marina Silva siguió en caída, aunque ya no tan aguda, y pasó del 25% al 24%. El socialdemócrata (conservador) Aécio Neves pasó del 20 al 21%. Un mes atrás la diferencia entre ambos orillaba los 15 puntos.
¿Son cambios menores? Para nada. Por un lado, Dilma detuvo su recuperación reciente, lo que la aleja de la posibilidad de evitar el balotaje. Por el otro, sus dos principales competidores están en un empate técnico, lo que abre una enorme incógnita sobre quién acompañaría a aquella a la segunda vuelta del domingo 26.