Ecos del derrumbe de la soja
La caída en los precios de la soja tiene sus repercusiones en diversos sectores de la economía nacional. Bajan las ventas en los comercios y se paralizan inversiones.
En el Mercado de Chicago, la soja pasó de 558,06 dólares por tonelada a fines de mayo a 334,46 a fines de septiembre y este escenario se refleja en otros ámbitos de la economía argentina donde las ventas se vieron contraídas y las inversiones se transformaron en un lujo.
Con ingresos restringidos, el productor invierte menos y esto repercute en toda la actividad.
Por la baja del precio, el productor se resiste a vender la soja que almacena de la última cosecha, y la que vende lo hace con cuentagotas para gastos cotidianos o comprar insumos de la nueva campaña. Sin ventas, los transportistas no tiene qué llevar en sus camiones. Asimismo, a los productores se les abrieron interrogantes en la nueva siembra que ya ha empezado.