Los 16 mejores exponentes de la creatividad y dedicación para producir alimentos
En la noche del martes pasado las visiones de largo plazo superaron el cortoplacismo imperante.
|Walter Hernández, recibe el Oro que le entrega José Claudio Escribano, de la nacion, y Pablo Gutiérrez, del Galicia. Foto: Santiago Filipuzzi
Una vez más la excelencia para producir alimentos fue premiada y protagonizó una noche emotiva en el restaurante central de Palermo. Festejaron los dieciséis ganadores de cada categoría y por supuesto el Oro, el máximo galardón que fue para la empresa El Parque Papas, de Nicanor Otamendi, Buenos Aires. Y a su manera también los ternados se fueron con una satisfacción por haber sido seleccionados entre los 211 postulantes.
En la noche del martes pasado las visiones de largo plazo superaron el cortoplacismo imperante. Quedó reflejado en las distintas historias de los ganadores que alcanzar niveles de excelencia no es una tarea de hoy para mañana. Inevitablemente, se necesita de una trayectoria, de un rumbo y de un esfuerzo continuado. La inflación, la alta presión impositiva y las trabas que impone el Gobierno para producir quedaron en un segundo plano ante el optimismo que se desprendía por los logros obtenidos en cada actividad.
Algunas cuestiones comunes quedaron al descubierto en el desfile de los premiados que subieron al escenario después de que Oscar "Cholo" Gómez Castañón y Eleonora Cole abrieran los sobres y develaran los ganadores.
Cuidado del ambiente
Estuvo presente en casi todas las actividades productivas que concursaron, más allá de la categoría específica que premiaba a la mejor gestión ambiental, que fue para OVIS XXI. Vale mencionar que esta empresa logró potenciar su objetivo de regeneración de pastizales a partir de las alianzas con el instituto The Nature Conservancy y Patagonia, que se comprometió a adquirir toda la lana con certificado de sustentabilidad.
Entre otras, la preocupación por el ambiente se observa en La Ramada, mejor productor lechero, por las inversiones realizadas para reutilizar el agua de los efluentes de sus 4 tambos con cerca de 800 vacas cada uno.