Un año que termina con atrasos en la campaña agrícola

Mientras sigue atrasándose la cosecha de trigo, también los avances en la siembra de la gruesa continúan demorándose a causa de las lluvias periódicas

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Fuente: Ambito Financiero

Fuente: Ambito Financiero

26deDiciembrede2014a las07:45

Mientras sigue atrasándose la cosecha de trigo (aún falta la zona típica del sudeste bonaerense y sólo se recolectó algo más del 20% en toda la provincia), también los avances en la siembra de la gruesa continúan demorándose a causa de las lluvias periódicas en varias zonas, especialmente en pleno corazón de la Pampa Húmeda.

Por debajo de los 30 millones de hectáreas

Es cierto que, donde se logró sembrar puede haber lotes que logren rindes excelentes a causa de los altos niveles de humedad; sin embargo, son más los daños que los beneficios; entre otros, la caída global del área de siembra respecto del ciclo anterior. Según el especialista Gustavo Oliverio, "el área final podría estar por debajo de los 30 millones de hectáreas, o sea, una ocupación de suelo efectiva de 28-28,5 millones de hectáreas por el doble cultivo".

Sin duda, la temporada 2013/14 es una de las campañas más duras que se recuerde, y "salir hecho" es una de las expectativas crecientemente generalizadas entre los productores, en un año en el que clima, la suba de costos internos y la caída de los precios internacionales fueron las características más salientes.

Así, con lluvias que comenzaron ya en febrero y que luego se generalizaron durante el invierno (algo infrecuente, ya que habitualmente es la época seca), inundando varias regiones de la Pampa Húmeda y el litoral, especialmente el territorio bonaerense, comenzaron las demoras en las labores y la siembra de los cultivos de invierno.

Luego, con la acentuación de las precipitaciones a la entrada de la primavera, la situación se agudizó (localidades como Carmen de Areco registraron el período más lluvioso en 60 años), mientras los precios afuera seguían cuesta abajo y los internos trepaban, lo que provocó el abandono de no pocos proyectos de siembra quedando, así, campos sin arrendar y muchos lotes finalmente sin ocupar, en especial en las zonas más alejadas.

Sin duda, el NOA fue una de las regiones más castigadas, lo mismo que La Pampa. El flete fue alejando cualquier posibilidad de hacer agricultura, excepto para uso propio. Pero no fueron las únicas donde quedó tierra sin ocupar.