Cristina se despidió del Congreso con nacionalización de los trenes

Cristina de Kirchner decretó ayer ante la Asamblea Legislativa la apertura del período 133 de sesiones ordinarias.

Fue el último tras 12 años de gestiones Kirchner.

Fue el último tras 12 años de gestiones Kirchner.

02deMarzode2015a las08:16

Cristina de Kirchner decretó ayer ante la Asamblea Legislativa la apertura del período 133 de sesiones ordinarias, el último tras 12 años de gestiones Kirchner. En un discurso de tres horas y cuarenta minutos, que culminó con una lluvia de pétalos de rosas rojas y blancas, la jefa del Estado anunció la nacionalización del sistema de ferrocariles a través de un proyecto de ley que ingresará esta semana y también la rescisión del servicio de transporte de pasajeros y de carga a todos los concesionarios privados que se hará efectiva a partir de hoy mismo con la firma de una resolución del Ministerio del Interior y Transporte de Florencio Randazzo.

La Presidente llegó a las escalinatas del Congreso en auto luego de viajar en helicóptero hasta la Casa Rosada. Arribó acompañada por el nuevo secretario general de la presidencia, Eduardo "Wado" De PedroAníbal Fernández, que también debutaba en 2015 como jefe de Gabinete, fue uno de los primeros en llegar y saludó con un apretón de manos a los titulares de las bancadas opositoras. La plaza se encontraba colmada de militantes y seguidores del kirchnerismo, además de adherentes que llegaron en micros a cargo de intendentes del conurbano y gremios de la CGT oficialista. Fue el último arribo presidencial al Congreso, a pesar de que Cristina de Kirchner deberá retornar el 10 de diciembre próximo para entregarle la banda presidencial a su sucesor. 

"Voy a enviar a esta Cámara un proyecto de ley para recuperar por parte del Estado la administración de los ferrocarriles argentinos", dijo Cristina de Kirchner y agregó que para ello no la mueve un "afán estatizador" sino que lo que busca es mejorar "la eficiencia" del servicio.

Fue un guiño a la precandidatura presidencial de Randazzo, quien se mostró exultante luego del discurso de apertura de sesiones y volvió a definirse como "el candidato de Cristina". El otro precandidato del FpV, Daniel Scioli, fue ubicado a metros de uno de los principales enemigos políticos de la Casa Rosada, Ricardo Lorenzetti, quien se sentó al lado de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó

Amado Boudou, quien como presidente del Senado debió haber presidido la Asamblea Legislativa además de recibir a la Presidente en su llegada al Congreso, estuvo ausente. El Gobierno nacional lo envió en misión a Uruguay para representar al país en la asunción de Tabaré Vázquez y su lugar fue ocupado por el radical oficialista por Santiago del Estero, Gerado Zamora, presidente provisional de la Cámara alta. El lote de ausentes se completó con Elisa Carrió, quien había anticipado su decisión de no escuchar a la presidente; el socialista Hermes Binner, también en Uruguay, y el senador santafesino Carlos Reutemann. La macrista Gabriela Michetti sólo se quedó unos minutos y Sergio Massa hizo tiempo para ingresar al mismo tiempo que la presidente.

Los bloques opositores, con Ernesto Sanz, Julio Cobos, Fernando "Pino" Solanas, el socialista Juan Carlos Zabalza, y los macristas Federico Pinedo y Diego Santilli a la cabeza, ocuparon sus bancas durante las casi cuatros horas del discurso presidencial. Y toleraron cada ovación que bajaba de los palcos para la jefe de Estado cuando realizaba un repaso sobre su informe de gestión, incluidos logros autoinvocados en el discurso como la Asignación Universal por Hijo, la baja del desempleo y las estatizaciónes de YPF, Aerolíneas Argentinas y AYSA. Tanto que la presidente logró incluso que Massa aplaudiera tramos de su discruso referidos a la política previsional duante su paso por el kirchenrismo como titular de la ANses.

Los cánticos de la marcha peronista, previos a la llegada de la pesidente, fueron el único momento donde parecieron hacerse difusos los límites entre el kirchenrismo y el massista Frente Renovador. Todos los diputados peronistas, incluídos oficialistas y massistas, entonaron las estrofas de la marcha peronista a viva voz y con los dedos en "v".

Sin embargo, la fiesta peronista terminó cuando Cristina recordó la admiración autocnfesada de Mauricio Macri por la doctrina justicialista de Juan Domingo Perón. Tras destacar queayerera el Día del Ferroviario y que se conmemoraban 67 años desde la nacionalización de los ferrocarriles por parte de Perón, la jefe de Estado indicó que la medida se resolvió luego de detectar que en la línea Sarmiento, ya a cargo del Estado, el gasto ascendió en el 2014 a un 17 por ciento más que el año anterior.

Cristina de Kirchner afirmó entonces que espera que "la bancada" del PRO del Congreso "acompañe con su voto" debido a que escuchó decir a Macri, que "levanta las banderas del justicialismo""Lo escuché a algún candidato presidencial de que levanta las banderas del justicialismo. Esto lo hizo Perón (estatizar los ferrocarriles), así que calculo que su bancada nos va a acompañar con su voto", señaló la mandataria. Luego se dirigió directamente al jefe del bloque del PRO de diputados, Pinedo, y señaló: "Pinedo preparate. Mirá vos, con ese apellido, estatizando los ferrocarriles".

El discurso de la presidente se extendió desde las 12:23 hasta las 16:02. El último mensaje a la Nación de Cristina de Kirchner culminó con una lluvia de pétalos de rozas rojas y blancas. Tras el mensaje de la mandataria, Randazzoconfirmó que la ley que se llevará al Congreso será para crear la Sociedad de Ferrocarriles, el organismo que fusionará todas las empresas que actualmente funcionan de manera privada en el país, pero que desde hoy el Estado se hará cargo de la operación del servicio, a través de la Sociedad Operadora Ferroviaria del Estado.