Con manejo, el girasol aceita el rinde

En el norte de Chaco, pese a la falta de agua, el cultivo aportó 25 quintales. La rotación es parte de la receta.

El girasol está aportando buenos rendimientos.

El girasol está aportando buenos rendimientos.

10deAbrilde2015a las07:57

En la última campaña el Chaco quedó partido al medio. Mientras que sobre algunos campos las lluvias beneficiaron los rindes, en otras zonas faltó agua. La última es la difícil, es la situación que enfrenta al desafío de sacar buenos rindes, o al menos de cosechar algo, aún en condiciones adversas. Y la falta de humedad es la peor condición para cualquier cultivo.

Sin embargo, el manejo, que no es más que aplicar en forma adecuada las tecnologías de procesos incluyendo la utilización de insumos en forma estratégica, sigue mostrando resultados económicamente rentables. Martín Matesa, productor de Tres Isletas, lo viene demostrando.

Sus lotes estuvieron castigados por la falta de precipitaciones, sin embargo logró un promedio de producción de girasol en la campaña 2014/15 que superó los 2.500 kilos por hectárea, un rendimiento que está muy por encima del promedio histórico, del orden de 1.300 a 1.400 kilos por hectárea, que se obtiene en esa región chaqueña.

Mientras que algunas zonas de la provincia estuvieron favorecidas por las lluvias y obtuvieron rindes girasoleros muy superiores a sus medias, en los departamentos de Maipú (cuya capital es Tres Isletas) y Güemes (que comprende a la región El Impenetrable), las lluvias fueron y siguen siendo muy escasas. Precisamente entre esos dos departamentos se extienden las hectáreas que siembra Matesa. “En Tres Isletas se perdió el 100 por ciento de la soja y el maíz, en lo que va del año no llegamos a los 60 milímetros de lluvias, por lo tanto estamos en peor situación que durante la sequía de 2013”, explicó el productor.

Manejo, la clave

Sin embargo, Matesa comentó que este año, a pesar de la falta de precipitaciones, obtuvo un promedio de 2.540 kilos por hectárea de las alrededor de 700 hectáreas que sembró con girasol, que es la superficie que anualmente le destina al cultivo de verano.

¿El secreto? Ninguno. Matesa dice que es sólo una cuestión de manejo de su producción agrícola, basada en la siembra directa que puso en práctica hace más de 15 años sobre un campo familiar con lotes que llevan tres generaciones de agricultura.