El Gobierno presionó y acordaron los grandes gremios oficialistas

Nunca antes el calendario había avanzado tanto sin tener una pauta salarial de referencia. Y hubo otra salvedad en este conflictivo período de paritarias, que aún continúa.

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Micheli, Schmidt, Moyano, Barrionuevo, Maturano y Fernández, los referentes de la huelga del 9 de junio. Foto: Marcelo Gómez

Micheli, Schmidt, Moyano, Barrionuevo, Maturano y Fernández, los referentes de la huelga del 9 de junio. Foto: Marcelo Gómez

20deMayode2015a las08:28

Nunca antes el calendario había avanzado tanto sin tener una pauta salarial de referencia. Y hubo otra salvedad en este conflictivo período de paritarias, que aún continúa. Como no sucedió otras veces, el Gobierno quedó expuesto con sus presiones a sindicalistas y a empresarios para limitar las subas de sueldo. Fue el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien bajó el martillo y determinó que las alzas no superen el 28 por ciento, pese a que los reclamos sindicales, en algunos casos, eran muchísimo mayores. Cuando el gremialismo oficialista comenzaba a rebelarse y a amenazar con medidas de fuerzas, el Gobierno apuró cuatro acuerdos clave para escenificar cierta paz y armonía paritaria. Anoche, cerraron sus tratos salariales en un 27% anual los oficialistas de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el Sindicato de Empleados de Comercio, los albañiles de la Uocra y los estatales de UPCN. El apretón de manos se concretó ante Kicillof y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, esta vez algo más relegado de las negociaciones y de la palabra final.

Los gremios aliados asistirán esta tarde a la Casa Rosada y se prevé una reunión entre Cristina Kirchner y la cúpula de la CGT oficialista, que encabeza el metalúrgico Antonio Caló. La Presidenta aprovechará el acto para resaltar las negociaciones paritarias y reivindicar otras políticas de su gestión vinculadas al salario y al empleo.

Al exhibir públicamente estos cuatro acuerdos, que beneficiarán a casi dos millones de asalariados, el Gobierno intentará contrarrestar el paro nacional que los sindicatos del transporte y las centrales obreras opositoras activarán el 9 del mes próximo (ver aparte). Además, se buscará influir en las negociaciones salariales que están hoy empantanadas, con exigencias de aumento por encima de 30%, como la de los bancarios, los aceiteros y la de los colectiveros de la UTA.