Maíz y soja: jornada a campo de Syngenta en el NOA

Se llevó a cabo el encuentro de actualización técnica de híbridos de maíz y variedades de soja Syngenta. Fue en Finca La Alborada, en Coronel Olleros, a unos 30 kilómetros de Las Lajitas, Salta.

Hubo picos de rinde en soja de hasta 40 quintales por hectárea.

Hubo picos de rinde en soja de hasta 40 quintales por hectárea.

21deMayode2015a las09:48

En Finca La Alborada, en Coronel Olleros, a unos 30 kilómetros de Las Lajitas, Salta, se llevó a cabo el encuentro de actualización técnica de híbridos de maíz y variedades de soja Syngenta. El evento fue organizado en conjunto por el Servicio Técnico de Syngenta y el distribuidor Combustibles del Norte, administrado por Eduardo Gomes Naar, y contó con la asistencia de más de 80 técnicos y productores.

Durante la muestra a campo, el ingeniero agrónomo Javier Martínez encabezó las presentaciones de maíz, mientras que su colega César Berardo hizo lo propio en soja, con el apoyo y participación de todo el equipo de Servicio Técnico de Syngenta para la Zona Norte.

Estación de maíz

En la estación de maíz, los ensayos fueron sembrados a principios de enero, a una densidad de 2,8 plantas por metro lineal y a 52 centímetros entre surcos, es decir 53.800 plantas por hectárea. Allí, el primer hecho destacable fue la diferencia en el comportamiento entre híbridos con un solo evento –para el control de orugas– y aquellos con tecnología Agrisure Viptera 3, el evento biotecnológico de Syngenta para el control de lepidópteros que afectan la parte aérea del cultivo.

En los ensayos se pudo determinar la ventaja de la proteína VIP de Agrisure sobre la proteína CRY de otros híbridos para el control de gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) e isoca de la espiga (Helicoverpa zea). Debido al modo de acción de la proteína VIP y a su mayor concentración en las barbas de las espigas, estos insectos mueren antes de comer los granos superiores, lo que genera diferencias significativas de rindes contra otros híbridos, que llegan a superar los 5 quintales por hectárea, además de evitar ingreso de enfermedades a la planta y podredumbre de granos que afectan la calidad.