Silobolsas: la revolución del agro que obsesiona al Gobierno
Blanco de ataques de origen desconocido y objeto de críticas por supuesta especulación, esta forma de guardar granos representa la mitad de la cosecha.
Es un desarrollo argentino y se exporta a 50 países.
"Haga patria: corte un silobolsa." El año pasado, en Oliva, una ciudad ubicada a 100 kilómetros de Córdoba, esa frase pintada de rojo sobre el fondo de una pared blanca fue el preludio de una ola de ataques contra silobolsas, los enormes bolsones blancos que se pueden avistar en los campos desde cualquier ruta. Allí, casi una treintena fueron destruidos a navajazos y los granos de soja que contenían quedaron desparramados por el piso.
Oliva fue el lugar emblema de estos ataques, pero en 2014 hubo otros casos en esa misma provincia, Buenos Aires, La Pampa y Santa Fe, entre otras. Nunca aparecieron los responsables, pero a muchos productores les quedó la sospecha de que el clima belicoso del Gobierno contra quienes guardan soja en ellos podría haber influido.
Hace unas semanas, el récord de Oliva fue superado. A 245 kilómetros de Córdoba, en Leones, varios campos sumaron un total de 50 bolsones destrozados. Esta vez no hubo pintadas que anticiparan las roturas. Pero, a diferencia de otros casos que quedaron en la nada, se detuvo al supuesto agresor, un ex productor devenido en transportista y con vínculos con el kirchnerismo local.
El silobolsa se ha transformado en un símbolo. Para el Gobierno -tan necesitado de dólares- es la cara de la especulación del campo. Para los productores, un fenómeno que, ante limitantes de almacenaje, logística y comercialización, en los últimos 20 años les permitió acompañar una cosecha creciente.
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El almacenaje en enormes bolsones de plástico ayuda a los productores en la logística y la comercialización; cuestan 6000 pesos y guardan hasta 200 toneladas de granos. Foto: Julián Bongiovanni.
Tan fuerte fue su irrupción que cambió el paisaje del campo. Ahora, además de cultivos y vacas, desde el aire o desde una ruta se divisan, inconfundibles, estos largos bolsones blancos de plástico. De haber hablado de la soja como un "yuyo" en 2008, en plena disputa con el campo por las retenciones móviles, la misma presidenta Cristina Kirchner ahora asocia los silobolsas con la especulación.
Además de cultivos y vacas, desde el aire o desde una ruta se divisan, inconfundibles, estos largos bolsones blancos de plástico.
Casualidad o no, productores que recibieron la visita de inspectores de la AFIP en su campo escucharon más de una vez una pregunta insólita: "¿Los tenés para especular?" El año pasado, ese mismo organismo comenzó a exigirles a los productores que declararan la ubicación georreferenciada de las bolsas y emitió una norma para que los fabricantes informaran a quiénes los venden.