Sorgo con triple tecnología
La nueva tecnología de Syngenta combina tres tratamientos: un antídoto para proteger al sorgo granífero o forrajero de la acción del graminicida que va a ser aplicado; un poderoso fungicida; y un nuevo insecticida.
Para lograr la calidad de exportación, es clave obtener un sorgo limpio que cumpla los requerimientos del protocolo de importación que exige China.
El acuerdo suscripto con China a mediados del año pasado, abrió al sector agroexportador argentino las puertas al mayor mercado mundial de sorgo forrajero. La oportunidad implica también la incorporación de tecnologías y estrategias de manejo que aseguren más kilos por hectárea y calidad en el producto final.
En ese sentido, el tratamiento de la semilla de sorgo representa un seguro que permite el arranque protegido del cultivo y posibilita la obtención de un stand de plantas adecuado como punto de partida para lograr el máximo potencial. Nada se puede hacer durante el resto del ciclo de cultivo para lograr ese potencial si se comienza con un bajo número de plantas.
Con ese objetivo en el horizonte, Syngenta desarrolló semillas de origen tratadas con tres tecnologías integradas, algo que parece ideal si se considera que el sorgo se destina a zonas marginales, suelos pobres y áreas más secas o ganaderas, donde la protección de la semilla y plántulas en los primeros días resulta clave para que el cultivo prospere.
Los tres tratamientos
El primero de los tratamientos que recibe la semilla es Concept III, un antídoto que protege al sorgo de la fitotoxicidad de graminicidas como Dual Gold o Bicep Pack (una mezcla de Gesaprim 90 y Dual Gold).
Se trata de herbicidas que se usan en general para controlar latifoliadas y gramíneas, lo que resulta clave a la hora de evitar la competencia temprana por parte de las malezas que absorben los recursos que necesita el cultivo (luz, agua, nutrientes).