Trigo: Cómo enfrentar el cambio climático

Aumento de la temperatura, reducción del período con heladas y mayores precipitaciones son los principales cambios que está mostrando el clima en las regiones agrícolas argentinas.

08deJuliode2015a las08:08

El trigo es uno de los cultivos más afectados por el cambio climático. En la tercera capacitación del ciclo 2015 del programa Agricultura Consciente de Nidera, Daniel Miralles, investigador de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires y del CONICET, analiza los impactos que recibe el cereal y las herramientas para atenuarlos.

En cuatro videos, el especialista detalla qué ha ocurrido con las heladas, cómo manejarse estratégicamente con los cambios en las fechas de siembra y cuándo los anegamientos por excesos hídricos comienzan a perjudicar el rendimiento del trigo.

Daniel Miralles, de la FAUBA, explica las estrategias de manejo del cultivo de trigo.

Aumento de la temperatura

Miralles señala que entre las principales variables que han provocado el cambio climático aparece el aumento de la temperatura (“especialmente de la temperatura media que en el cono sur se encuentra traccionada por un aumento de la temperatura mínima”, indica el técnico), aumento en los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera (“que continuará en ese sentido”), aumento de los golpes de calor (“que van a afectar a los cultivos de invierno”) y un aumento de las precipitaciones (“que irán en incremento en los próximos años”).

El especialista remarca que es importante conocer los períodos críticos del cultivo y saber qué impacto tiene el cambio climático en cada uno de ellos sobre los componentes del rendimiento y la calidad de los granos obtenidos.

Reduce o acorta el ciclo del cultivo

En primer lugar, Miralles indica que el incremento de la temperatura media reduce o acorta el ciclo del cultivo. Y aclara que si los aumentos de temperatura ocurren en la etapa posterior a la elongación de los tallos se producirá una mayor mortandad de macollos y en consecuencia habrá una menor cantidad de espigas por metro cuadrado. “Además, a la menor cantidad de espigas y de granos por metro cuadrado se suma que el aumento de la temperatura durante la etapa de llenado determina un menor peso de los granos”, agrega.