Esperan que baje el agua para contabilizar las pérdidas
A unas 500.000 hectáreas de trigo que acaba de terminar de sembrarse, se sumarían bajas en legumbres. Hay silobolsas bajo el agua.
El cultivo más complicado es el trigo.
Las consecuencias de las impensadas lluvias acumuladas en los últimos 15 días en el centro productivo agropecuario nacional aún no pueden contabilizarse porque los campos siguen anegados y cultivos y animales permanecen en serio riesgo. En este contexto, el campo espera que baje el agua para empezar a hacer los relevamientos que certifiquen lo más temido: millonarias pérdidas de alimentos en un año en que la rentabilidad del campo y de las economías regionales está jaqueada por una combinación de factores internos y externos.
Trigo, el cultivo más complicado
El cultivo más complicado es el trigo, que acaba de terminar de sembrarse. "Lluvias que superaron un acumulado de 150 milímetros sobre los cuadros trigueros del este de la provincia de Buenos Aires, y que complicaron también el sur de Santa Fe y parte de Entre Ríos" causaron daños, según indicó en su relevamiento mensual de producción la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).