Un impulsor de la nueva ganadería

Dio el primer paso para lograr la unidad de la cadena cárnica argentina y consensuar un plan para repotenciar el sector.

La visión de David Lacroze, un protagonista del cambio.

La visión de David Lacroze, un protagonista del cambio.

12deSeptiembrede2015a las06:30

En momentos en que la unidad es un bien escaso, la cadena de la carne consensuó una propuesta de desarrollo sectorial que recientemente fue presentada a los partidos políticos y al conjunto de la sociedad. David Lacroze, un destacado empresario agropecuario, fue el impulsor de que más de veinte entidades del agro se sentaran a la misma mesa para dialogar y lograr el histórico acuerdo.

“La fragmentación, el desencuentro y la confrontación son problemas muy viejos de la sociedad argentina. Ya en 1817, apenas instalados los primeros saladeros, la tonificación de los precios que provocó el nuevo mercado de exportación, resintió el abasto a Buenos Aires. Entonces, los saladeros aliados con los ganaderos se enfrentaron con los matarifes y abastecedores, y en medio de una gran agitación popular el Gobierno cerró las industrias. Por supuesto, la intervención fracasó y los precios internos de la carne no bajaron”, recordó Lacroze. En este contexto,  planteó que “doscientos años después, seguimos preguntándonos si debemos producir para el consumo o la exportación. No hemos superado el problema de la escasez”.

Para el empresario, un tema que afectó el desarrollo de la ganadería es la volatilidad de las políticas públicas. “El ciclo ganadero dura por lo menos tres años y a la hora de adoptar tecnología, los riesgos son mucho mayores que en la agricultura, que es de ciclo corto. Por eso, mientras el índice de extracción de nuestro rodeo está muy lejos de los competidores más importantes, la producción de granos se encuentra en la frontera del conocimiento a nivel mundial”, aseguró. Y preguntó: “¿realmente somos mejores agricultores que ganaderos?”.

Un adelantado

Lacroze está al frente de las firmas La Magdalena SA y Zed SA, con campos en Salta y  Corrientes y un feedlot en Venado Tuerto, que marcan tendencias en la ganadería extrapampeana por sus adelantos basados en la integración con la agricultura.

“Hace tres años, tanto en el NEA como en el NOA, incorporamos corrales de recría para las terneras, de modo de llegar con 320 kilos a los 15 meses y poder anticipar el servicio. Nos cuesta mucho y, por ahora, son poquitos los ganaderos de las zonas que nos siguen. También hacemos macho entero joven (MEJ), otro producto de la intensificación con granos, que nos está dando satisfacciones”, reveló.