Sustentabilidad: los riesgos en la Cuenca del Salado
Un año de fertilización es suficiente para reducir la diversidad vegetal (se pierden 4 especies por metro cuadrado en ese lapso) y el ecosistema se torna menos resistente a las fluctuaciones del clima.
|El manejo racional del pastoreo podría ser la clave para contener el avance de ciertas invasoras agresivas y así mantener la diversidad de pastos nativos.
Desde hace décadas se propone que los productores ganaderos de la cuenca del Salado podrían lograr aumentar la producción de sus campos, tradicionalmente extensiva y de baja aplicación de agroquímicos, a base de fertilizar e introducir pastos exóticos, más productivos que las especies nativas.
Sin embargo, estudios realizados por investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) en el marco de la red global de ensayos de fertilización en pastizales, The Nutrient Network (NutNet), demuestran que este manejo agronómico puede afectar gravemente la biodiversidad y la estabilidad de estos sistemas.
Recomendaciones de profesionales
“Entre las recomendaciones actuales para aumentar la producción de carne en la cuenca del Salado está la de mejorar la oferta de forraje de calidad, tanto por la introducción de nuevos genotipos de pastos, como por el incremento de la disponibilidad de nutrientes por adición de fertilizantes”.
“Nuestra experiencia en estos pastizales indica que un año de fertilización es suficiente para reducir la diversidad vegetal: se pierden cuatro especies por metro cuadrado. Las especies más afectadas son los pastos nativos, que constituyen el grupo más diverso del pastizal. Al perder diversidad, el ecosistema pierde su capacidad de resistir las fluctuaciones del clima de un año a otro”, le dijo Enrique Chaneton, profesor de la cátedra de Ecología de la FAUBA, al sitio de divulgación Sobre La Tierra (SLT).
Si bien el agregado de nutrientes al pastizal permitiría elevar la producción de carne, lo cual es un objetivo deseable, la contracara es que la fertilización promovería que las forrajeras exóticas (ya naturalizadas en la región) dominen el pastizal, con una pérdida inevitable de otras especies vegetales.
Consecuencias
“Las consecuencias para la sustentabilidad del ecosistema se verán a mediano y largo plazo —sostuvo el investigador—. Lo que nos asegura que un sistema perdure en el tiempo es que su composición de especies vegetales sea diversa. En particular, es deseable conservar las nativas, que son las mejor adaptadas a los vaivenes climáticos; en esta región, dichas oscilaciones van desde sequías severas hasta inundaciones prolongadas. Ya se demostró que la biodiversidad torna más estable el funcionamiento del ecosistema; esto permitiría 'amortiguar' las variaciones anuales de la producción de forraje y bajar el riesgo de pérdidas en la producción ante eventos climáticos extremos”.