Complejo escenario hídrico encuadra la campaña 2015/16
Los intensos pulsos de calor secan los perfiles superficiales, mientras que persisten los anegamientos en los sectores bajos del oeste de la región núcleo.
Fuente: BCR.
Al este de la región núcleo, el marchitamiento del follaje en soja enciende una alarma. El 64% de los cuadros está fructificando y si no aparece una lluvia, hay riesgos de caída de vainas. El 9% de la región se califica en condición regular por la falta de lluvias y los primeros indicios de rindes marcan entre 2 a 6 qq/ha por debajo que la campaña pasada (43 qq/ha). Sin embargo, los mecanismos propios de compensación de la oleaginosa pueden atenuar las pérdidas de rinde, siempre y cuando se cumplan los pronósticos de lluvias a cortísimo plazo.
Particularmente, en el noreste bonaerense, como resultado de la falta de agua, comenzaron a aparecer trips; plaga típica de campañas secas. La afectación se nota en el acortamiento de los entrenudos con la consecuencia directa de una baja altura de plantas. Los cuadros de soja de segunda aún no logran pasar la altura del rastrojo y presentan dificultad para alcanzar su índice de área foliar crítico.
En contraste, en el oeste de la región, la alta demanda atmosférica fue beneficiosa para contraer los excesos hídricos. Esta vez, la cercanía de las napas está jugando a favor al amortiguar los efectos del golpe de calor. Los pocos milímetros caídos el domingo 24 fueron suficientes para los relieves altos.